«No todo el que me dice
"Señor, Señor"
entrará en el reino de los cielos,
sino el que cumple
la voluntad de mi Padre
que está en el cielo… »
(Mt 7, 21. 24-27).
El proyecto de Dios consiste en que toda la humanidad
beba con abundancia en las fuentes de su amor.
Pero hay todavía muchos corazones cerrados, enfrentados.
Abre tus manos y
di varias veces:
“Hágase tu voluntad”.
SÉ TÚ MI ROCA
Cuando haya problemas, sé tú mi roca.
Cuando haya crisis, sé tú mi roca.
Cuando haya dolor, sé tú mi roca.
Porque si no eres mi roca, no hago pie.
Porque si no eres mi roca, se abre un abismo debajo de
mí.
Porque si no eres mi roca, se derrumba todo
¿Cómo cumpliré hoy, Padre mío, tu voluntad?
Me pondré en tus manos.
Esperaré que se cumpla tu proyecto.
Te diré confiadamente amén.
Señor, ¿sobre qué estoy construyendo mi vida cristiana?
Señor, ¿cómo me siento ante las dificultades?
Señor, ¿cómo me siento cuando alguien contradice mi fe?
Señor, ¿cómo me siento cuando todos viven otro estilo de vida?
Señor, ¿cómo me siento cuando otros se burlan de mi fe?
Señor, ¿me siento firme o mi fe se tambalea con frecuencia?
“Sé tú la roca de mi salvación”.
Señor, ¿cómo me siento ante las dificultades?
Señor, ¿cómo me siento cuando alguien contradice mi fe?
Señor, ¿cómo me siento cuando todos viven otro estilo de vida?
Señor, ¿cómo me siento cuando otros se burlan de mi fe?
Señor, ¿me siento firme o mi fe se tambalea con frecuencia?
“Sé tú la roca de mi salvación”.
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