"Los amó hasta el extremo." (Jn 13,1-15). Hoy celebramos un amor que se entrega por cada uno de nosotros. Un amor que no merecemos, un amor que se nos regala. Nos vuelve a recordar lo únicos y valiosos que somos a los ojos de Dios. Se abaja, se inclina, nos lava lo menos bonito que tenemos. Si ama nuestros pies, cómo no va a amar el resto de lo que somos. Amados en nuestros pensamientos, acciones, deseos, contradicciones, fragilidades, límites. Hoy celebramos que todo nuestro ser es amado hasta el extremo. Y nos anima a inaugurar ese mismo amor con nuestros hermanos. Señor Jesús, que en la Última Cena nos dejaste el mandamiento del amor y el ejemplo del servicio humilde, te pedimos que nos concedas un corazón generoso y dispuesto a amar sin medida, a servir sin esperar nada a cambio, y a vivir cada día en comunión contigo y con nuestros hermanos. “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” El ...