Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como COMPARTIR

Ricos ante Dios

  "¿De quién será lo que has preparado?"   (Lc12,13-21). ¿De quién es todo lo que vivimos? Esa es la gran pregunta que nos hace Jesús. Desde pequeños aprendemos a decir "mío". Nos convertimos en propietarios de todo, antes que disfrutones que comparten. Y con esa ensoñación pasamos gran parte de nuestra vida. Mi tiempo, mis cosas, mis amigos, mi familia, hasta decimos "mi Dios". Pero la vida y la fe va de "nuestro". El paso del "yo", al "nosotros" es la resurrección. Nacemos de nuevo cada vez que pensamos más en los demás que en nosotros mismos. Las herencias, la codicia, los bienes, los graneros…corrompen el corazón y desenfocan el sentido de la vida. Todo lo que tenemos son posesiones temporales que deben enfocarse a crecer y compartir en la vida. Son préstamos que ayudan a conquistar la riqueza para Dios. Es tan viejo como el hombre el deseo de acumular riquezas. Jesús, a este propósito, nos dice que quien obra así no es ...

Con nuestro poco

  ”Aquí hay un muchacho  que tiene cinco panes de cebada y dos peces”   (Jn 6,1-15) Siempre que se comparte aparece el milagro, se asoma la novedad de Dios en la tierra, se generan hombres y mujeres libres llamados también a compartir. Echa mano al bolsillo y colabora para paliar tanta hambre como hay en el mundo.  Aquí estoy, Señor, en la mesa con mi pan partido.   «Decid a la gente que se siente en el suelo» Solemos pensar cuanto más cuesta algo es más importante. Los gestos de Jesús parten desde la sencillez de la vida: sentarse en el suelo, compartir un trozo de pan, en definitiva, crecer en la confianza en Dios desde la vida cotidiana. "Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió." Jesús valora nuestra pobre aportación. Un niño tiene cinco panes y dos peces. Insuficiente, escaso e incluso ridículo para alimentar a cinco mil hombres.   No es nada, pero para Jesús es útil. Nuestros cálculos humanos no impiden que Dios multi...

Comparte

  "Siento compasión  de la gente"   Mc 8,1-10). Jesús se conmueve al ver a la gente que se ha echado al camino y va detrás de él. Después de tanto caminar necesitan pan, verdad, cariño, dignidad. A muchas personas que tenían la esperanza por los suelos les han entrado ganas de vivir y de seguir a ese hombre que tiene un lenguaje nuevo. El Señor sentía compasión de la gente; es decir, muestra que Dios tiene corazón compasivo, lleno de ternura y misericordia. Tal vez por eso insistía a sus discípulos que fueran perfectos y misericordiosos como el Padre.   Lo decisivo no está en la fuerza sino en la misericordia. Los que les seguían estaban hambrientos, Jesús los mira con compasión, son multitud, están cansados, tienen poco para repartir, para compartir, los discípulos no saben que hacer, lo ponen todo en manos del Señor... y ellos se pusieron a servirles. Los discípulos se pusieron en manos del Señor, Él les pidió servir y compartir, cuidar y dar, en d...