“Sí, Señor, yo creo que tú eres el Hijo de Dios” (Jn 11,19-27) Santos Marta, María y Lázaro. Son los amigos de Jesús que viven en Betania. Jesús se queda en su casa. Les une una gran amistad, se hablan, se escuchan, se quieren. Confían en Jesús. Jesús les quiere, ellos le esperan y le siguen. Son un ejemplo para nosotros. A veces, cuando sufrimos no queremos saber nada de Dios. Sin embargo, Marta nos enseña a acercarnos a Dios, aunque sea para quejarnos. Tenemos que dar la oportunidad a Dios para que poco a poco transforme nuestro dolor en una fe más recia. SI HUBIERAS ESTADO AQUI, NO HABRÍA MUERTO MI HERMANO. Señor, me enfado, te reprocho y te acuso. Y Tú, no te incomodas. Quizá temas más el silencio de tus hijos que nuestras quejas. Y después de tantas protestas, experimentamos que Tú eres nuestra paz. "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para ...