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Mostrando las entradas etiquetadas como Martes I Adviento

Contagiar

  "Te doy gracias,  Padre, Señor del cielo y de la tierra."   (Lc 10,21-24). Hoy el profeta Isaías nos da algunas pinceladas del Mesías, anuncia que «brotará un renuevo del tronco de Jesé y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el Espíritu del Señor». (Is 11,1-2). Jesús se sentía muy amado por su Padre, por eso vivía agradecido. Y no porque todo le fuera bien, sino porque reconocía que vivir ya es un regalo. A la vida regalada solo se la puede acoger, no despreciar, apartar lo que no nos gusta. No se trata de elegir lo bello, lo cómodo, lo inteligente, y rechazar lo roto, lo feo, lo enfermo. Jesús agradece a Dios que le acompañe en cada momento de su vida. Cuando los pobres acogen el Reino de Dios, y cuándo en Getsemaní, le pide que no le deje sólo. Su Palabra no pasa por encima de nosotros, se queda, empapa y cala. Él llama, llama siempre, su Palabra es una llamada permanente a la conversión, al movimiento, al compromiso, a responder. No dejemos q...

A los pequeños

  “Lleno de la alegría del Espíritu Santo”    (Lc 10, 21-24).           A Jesús le brota una alegría desbordante, y la deja correr a su alrededor como hace la fuente con el agua. Es la primera vez que los suyos realizan algo que responde a la acción del Espíritu: han ayudado a los caídos a recuperar su dignidad. La desconcertante experiencia de Dios, traducida en mil gestos de servicio a los demás, que posee la gente sencilla es un tesoro para la Iglesia.            Me acerco despacio a las personas y me dejo sorprender por las maravillas que el Espíritu recrea en ellas cada día. Me alegro y alabo a Dios por todo ello.             Él devela sus secretos y su misterio sólo a los sencillos de corazón. Nuestro Padre, oculta el Reino a los sabios y “prudentes” y lo revela a los “pequeños”. ¡Cuántas veces somos soberbios y altivos! Aprendamos a ser sencillos, humildes. El primer pa...

Seguir tus pasos

  “Venid y seguidme”     (Mt 4,19)    Jesús siempre está llamando. Su llamada convierte a cada persona en única, irrepetible, nueva, santa.   Hoy, Fiesta de San Andrés, Apóstol . El Señor nos dice: Sígueme. No te preocupes. Conozco tu debilidad. Cuento con ella para hacer grandes cosas. Tú solo, sígueme. Yo haré el resto. San Andrés encuentra en Jesús el camino hacia la vida Sorprende la prontitud de los primeros discípulos en seguirles: "Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron". Decir prontitud significa desprendimiento de todo lo que puede retrasar el paso hacia Jesús, sobre todo de aquello que, en cierto modo, podría despistarnos del camino emprendido. Decir prontitud es reconocer colmada la esperanza y los anhelos más profundos en la persona de Jesús, es tener la firme voluntad de establecer un atraque fuerte y decisivo en Jesús, único fin de nuestra propia vida, único destinatario de nuestro propio amor. Decir prontit...