Señor, haz que mi fe sea PLENA, sin reservas y que penetre en mi modo de juzgar las cosas divinas y las cosas humanas. Señor, haz que mi fe sea LIBRE, es decir, que parta de mi adhesión personal, que acepte las renuncias y los riesgos que trae consigo, manifestando así lo más íntimo de mi personalidad. Señor, yo creo en Ti. Señor, haz que mi fe sea CIERTA, cierta por una congruencia exterior de pruebas y por un testimonio interior del Espíritu Santo, cierta por su luz que asegura, por sus frutos pacificantes, por contener una connaturalidad que serena. Señor, haz que mi fe sea FUERTE, que no tema las dificultades de los problemas, que llenan la experiencia de nuestra vida, necesitada de luz; que no tema la oposición de quienes la discuten, la impugnan, la rechazan, la niegan; sino que se consolide en la íntima prueba de tu verdad. Y que de tal modo resista la acometida de la crítica, que se consolide en la afirmación continua y que supere las dificultades dialé...