“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados" (Mt 11,25-30). Creemos que las grandes cosas sólo pueden ser comprendidas y aceptadas por mentes preclaras y muy desarrolladas. Y nos equivocamos. Son los pequeños, con su mente limpia y su corazón abierto, los que verdaderamente tienen acceso a las grandes verdades reveladas por Dios. Asumir nuestro cansancio y agobio para ir a quien puede descansarnos y mostrarnos la fuente de la paz y el consuelo. Acudid al Maestro de la mansedumbre y la humildad para aprender a vivir en la esencia de la vida. Experimentaremos la ligereza de nuestra existencia. La palabra hoy nos invita a 'ir'. Ir en su busca, para estar a su lado, para apoyarnos en Él, para dejar que nos consuele, para romper nuestro miedo, para crecer en la fe, para cargar con su cruz, para abrirle el corazón, para escuchar su propuesta, para cuidar su amistad, para ser con Él. «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados» El aliv...