"Los que lo tocaban se curaban." (Mc 6,53-56). A Jesús lo reconocen y lo siguen. Jesús es buscado como fuente de sanación. Por donde pasa Jesús se le echan encima las gentes doloridas, enfermas, marginadas. De todos los lugares le llevaban enfermos para verse libres de sus dolencias y enfermedades, y quienes lo tocaban se curaban. En su interior anida la esperanza de que Jesús les mire y les haga caso. Es la esperanza para su falta de salud. El único que puede hacernos trascender las limitaciones. Quien nos regala una vida plena. Tocar la orla del manto. Tocar para sanar. Y él se deja tocar. En la situación actual la peor enfermedad consiste en no reconocer nuestro mal, y por eso no buscamos solución. El encuentro de Jesús con los enfermos refleja el estilo de actuar de un Dios acogedor y sanador, que se interesa por los más débiles. Señor, aquí me tienes. Haz de mí un instrumento de tu paz. Haz de mí un canal de tu ternura Lo importante no está en el milagro de ...