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Mostrando las entradas etiquetadas como CICLO A

Benditos

  " Venid vosotros, benditos de mi Padre;  heredad el reino preparado para vosotros  desde la creación del mundo."    (Mt 25,31-46). Venid los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré. Venid porque yo ya estoy. He venido a cuidaros, a acompañaros, a quereros. El juicio no será en el futuro. El juicio es hoy. Vuestra capacidad de cuidar a los que tenéis cerca es lo que os hace iguales a mí. El desinterés o la indiferencia frente al sufrimiento del otro es lo que os encierra en el castigo más grande que podéis vivir: la soledad. Cristo es nuestro rey .   Un rey que se hace presente en el hermano desnudo, hambriento, sediento, solo, preso o enfermo.   No habita palacios sino corazones.   Él es un rey diferente, que nos conoce y sabe lo que hacemos, que valora el darse y el hacer por y con el hermano.   Él es un rey que da la vida y nos propone que la demos nosotros, un rey que no tiene ni súbditos ni siervos, que tiene amigo...

Buena Noticia

  “Entra en el gozo de tu   Señor”   (Mt 25,14-30)   El hombre que se va de viaje llama a sus siervos para dejarles sus bienes. Pone en ellos su confianza, esperando una fidelidad creativa que haga crecer lo que les da. Los talentos no son de quien los tiene, sino de quien los da. Por eso, a la vuelta recoge lo suyo.   La parábola de los talentos es una buena noticia contra el miedo, que anula la creatividad y vuelve la vida estéril. Nuestra vocación no es la de conservar cosas preciosas o amenazadas, somos creadores de cosas nuevas con la fuerza del amor que humaniza este mundo. Amar es vencer el miedo que paraliza pues vivir sin arriesgar es embalsamar la vida no perder y no ganar, por no errar, es cobardía regalar cada talento es lo que el mundo necesita. En estos tiempos del “yo, primero yo, y después yo”... la verdadera riqueza está en poner nuestros dones al servicio de los demás. La esperanza en el más allá no supone evadirnos del momento presente y ...

Estar

"¡Qué llega el esposo, salid a su encuentro!” (Mt 25,1-13) Hay momentos en una vida en las que pasan oportunidades únicas. En las que se deciden caminos, se abren puertas, se cambian rutas. Si nos pilla distraídos, o dormidos, nos las perdemos. Con la parábola de las diez vírgenes, Jesús nos recuerda que debemos estar preparados para el encuentro con Él: con las lámparas encendidas, símbolo de la fe que ilumina nuestra vida, y los vasos llenos de aceite, símbolo de la caridad que hace fecunda y creíble la luz de la fe. Las lámparas encendidas simbolizan la luz de la fe. Por tanto, la fe no es creer sin ver, sino una manera más honda de visión. Con la lámpara encendida podemos percatarnos de la llegada del Señor a nuestra vida, y de su deseo de un trato de intimidad con nosotros. Hoy se nos invita a estar despiertos, en vela, atentos, para que la presencia del amor de Jesús no se nos pase. Atentos a como Dios vive y actúa en nosotros, en su Palabra, en los demás. Hasta e...