“Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá." (Lc 12, 39-48 ) Déjate de falsa humildad o de infravalorarte. He dejado en tu corazón un gran tesoro. No lo escondas. Muestra al mundo quién soy Yo a través de todo lo que vales. Todos recibimos mucho más de lo que somos capaces de dar. Cada una de nuestras vidas es una historia de amor. Lo que en demasiadas ocasiones no lo reconocemos y nos mostramos insatisfechos y quejosos de lo que vivimos. Preocupados más de lo que no tenemos, que de compartir y celebrar lo que ya somos y vivimos. Cuanto más recibimos, más debemos dar. La vida es una misión, un reto fascinante. Venimos a la tierra para algo, y ese algo es tan importante que de él depende la felicidad eterna de otras personas, sencillamente porque el fin de nuestra vida es amar, amar a Dios y a los demás. Los dones que se nos han dado no son para guardarlos en las es...