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Mostrando entradas de julio, 2014

La Iglesia obra del Espíritu Santo.

Tengo el blog un poco olvidado. Como no lo actualice le va a salir telarañas.   Son tantos los acontecimientos, las vivencias que uno tiene a lo largo del día, que uno   no sabe   que poner por escrito. La realidad es que soy e un poco perezoso para ponerme a escribir. La Razón publica hoy que   el Papa acepta la renuncia   del cardenal Rouco Valera como arzobispo de Madrid. Ni que decir tiene que la aportación de Don Antonio María   a la Iglesia   que peregrina en España   ha sido valiosísima, y es para dar gracias a Dios por su labor. Pero esta noticia me ha hecho recordar que la Iglesia es mucho más obra del Espíritu Santo, que actúa en ella, que de los hombres. Muchos de nosotros hacemos aparecer a la Iglesia más humana que divina, más obra nuestra que del Espíritu. A pesar de nuestras debilidades que oscurecen y debilitan a la Iglesia muchas veces, Jesús sigue presente en ella y   el Espíritu Santo sigue recreándola, renovándola, rejuveneciéndola. Aunque nosotros

SANTA MARÍA MAGDALENA

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Hoy celebramos la fiesta de María Magdalena “Jesús le dice: ¡María! Ella se vuelve y le dice: ¡Rabboni!, que significa: ¡Maestro!” (Jn 20,16) Jesús llama a María por su nombre y ella reconoce su voz.  Al esposo le responde la esposa.  El lenguaje nupcial expresa la relación de amor que une a la comunidad con Jesús.  ¿Cómo llamas a Jesús en tus encuentros con Él? Lo mío es tuyo, mi Señor.  Lo tuyo es mío, mi Señor.  Juntos hacemos el camino, mi corazón en el tuyo.  Detrás de cada lágrima, hay un Jesús que las enjuga.  Detrás de cada búsqueda hay un Jesús  que pronuncia nuestro nombre y nos invita a vivir

25 años

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En mis bodas de plata sacerdotales (3 julio 1989) El Señor ha sido fiel « Un día me miraste   como miraste a Pedro. No te vieron mis ojos,  pero sentí que el cielo   bajaba hasta mis manos.   ¡Qué lucha de silencios  libraron en la noche  tu amor y mi deseo!    Un día me miraste   y todavía siento   la huella de ese llanto   que me abrasó por dentro .   Aún voy por los caminos   soñando aquel encuentro. Un día me miraste  como miraste a Pedro ». (Ernestina de Champurcín)