«Y vosotros, ¿quién decís que soy?» (Mc 8, 27-33). Los discípulos quieren un Mesías que solo viva en el triunfo. El plan de Dios es otro, pasa por la pasión a la gloria. El plan de dios se revela en la cruz. No puede haber salvación sin cruz, resurrección sin pasión. Así lo ha pensado Dios. Cada ser humano nos pregunta: ¿quién dices que soy yo? ¿Soy para ti alguien diferente, un extraño, un hermano? Señor, me asustan las dificultades y el dolor. Me gustaría que fuera más sencillo seguir tus pasos. Necesito que me repitas una y otra vez: No temas, yo estoy contigo. Amén. «Y vosotros, ¿quién decís que soy?» Es la pregunta que nos dirige para que al orar demos respuesta y respondamos si es un ser lejano o más bien es quién camina con nosotros y nos enseña a comprender, conforme avanzamos al andar, que es el Hijo de Dios que nos ama. Lo propio de un discípulo es seguir a su Maestro. Jesús no se queda en la pregunta sobre su identidad. Le ...