" Ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros." (Lc22,14-23,56). Comenzamos una nueva Pascua. Desde hoy hasta el domingo que viene seguimos los pasos de Jesús hasta su resurrección que Él quiere que sea la nuestra. Cerquita de Él, como discípulos, vamos a ver su firme decisión de que el amor renueve y restaure todo lo humano. Si el miedo nos hace esclavos, el amor del Padre nos hace hijos. Jesús es el hijo que pasa por todos los infiernos de la maldad y la fragilidad humana, y la convierte en vida plena. Son días de acoger la revelación de un hombre que pasa haciendo el bien. A lo que todos somos llamados. Llega a Jerusalén y le aclaman con rey, le están esperando, palmas, ramas de olivo, cantos... Algo grande va a pasar en la ciudad. Mucha gente lo espera, creen en Él, quieren que transforme la realidad. Parece que va a ser maravilloso. Hasta los niños hebreos aclamaban a Jesús como rey, gritando: "hosanna, hijo de David". “Hosanna”. ...