"No he venido a llamar a justos, sino a pecadores." (Mc 2,13-17). Son muchos los que siguen pensando en un cristianismo para personas intachables... pero se equivocan. Jesús, el Hijo de Dios, vino al mundo no para condenar al mundo sino para que todos se salven por él. Es capaz de todo, hasta dar la vida, por tender la mano a los pecadores. Mírame y dejaré mi vida en tus manos. Llámame y celebraré tu don con mis hermanos «¿Por qué come con publicanos y pecadores?» , muy sencillo porque los quiere, porque nos quiere a todos, porque son los más necesitados de sentido, compañía, apoyo, perdón, misericordia, comprensión. Todos es todos. Su palabra es para todos. Él, la Palabra, es para todos, con todos, de todos. Con todos tiene una relación y para todos tiene una propuesta, come con todos. "No he venido a llamar a justos, sino a pecadores." Sentirnos llamados no es un motivo de orgullo. Es una necesidad. Nos llama Dios para que nuestra vida no se atrof...