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La lámpara de la fe

  "El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas  y salieron al encuentro del esposo"   (Mt 25,1-13)   Hoy celebramos la fiesta de Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) Siendo judía se bautizó y consagró como carmelita. En tiempo de un régimen hostil a la dignidad del hombre y de la fe, fue encarcelada lejos de su patria, y en el campo de exterminio de Auschwitz, murió en la cámara de gas. Santa Edith Stein nos muestra que la verdad nos encuentra cuando la buscamos con el corazón abierto. Que su testimonio nos inspire a vivir con la lámpara de la fe siempre encendida, incluso en medio de la noche. La parábola de las diez vírgenes nos recuerda la importancia de estar siempre preparados para la venida del Señor. Diez vírgenes, cinco necias y cinco prudentes. Lámparas con aceite y sin él. Un esposo que tarda, y llega a medianoche. Son sorprendidas cuando menos esperan, unas con luz y otras sin ella. Vivir velando iluminados p...

Ilumina

  "¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!"   (Mt 25,1-13).   El Evangelio siempre anima a compartir.  Es más profundo el mensaje de Jesús.  Lo que no te puedo dar es ni mi fe, ni mi amor, ni mi esperanza.  La experiencia de Dios es tan personal  que no se puede entender hasta que tengas tú la tuya. La parábola de las diez vírgenes  no plantea un problema por el compartir.  La generosidad es importante, y más si se tiene.  La cuestión es el cuidado  que damos a nuestra fe y nuestra vida espiritual.  Como llenamos las alcuzas.  Esto es algo personal e intransferible.   El Evangelio del día nos invita a vivir siempre  con las lámparas encendidas  sin que se nos agote el aceite de la oración, el servicio, el amor.  Así podremos ser luz en cada rincón de la vida.   Estar inmersos en esa preparación para entrar en el banquete de bodas da sentido y esperanza a la vida del ser humano....

Preparados

  "¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!"   (Mt 25, 1-13) En la quietud de la noche que precede al amanecer, la humanidad debe reflexionar y decidir: ¿estamos preparados para el encuentro con el esposo, o seremos hallados faltos, con nuestras lámparas vacías y nuestras almas en peligro de condenación eterna? El reloj sigue su marcha. Las diez vírgenes se plantean el presente de diferente forma. Cinco son necias. Viven centradas en el momento. Distraídas en las realidades materiales y efímeras. Cinco son sensatas. Viven con la esperanza del esposo. Centradas en su venida. Acogiendo la Verdad. Estar prevenidos significa orientar la existencia de cara al encuentro con el Señor, hacer de este acontecimiento el faro de la vida. Enciende mi lámpara, Señor, con el aceite de la fe, de la alegría, de la fraternidad y del amor. Entendemos la vida del cristiano como una gozosa preparación para el encuentro definitivo con Jesucristo, el esposo fiel. Nuestra preparación y b...