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Mostrando las entradas etiquetadas como sanar

¿Qué buscamos?

  "Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él y gritaban:  «Tú eres el Hijo de Dios»." (Mc3,7-12). Jesús es el Hijo de Dios, y su ministerio es una manifestación del reino de Dios. El reino de Dios es un reino de poder, compasión y gracia, y Jesús lo trae a este mundo a través de sus milagros y su enseñanza. “Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago”. En el bullicio de la vida, a menudo buscamos momentos de tranquilidad para encontrarnos con nosotros mismos. Jesús, rodeado de multitudes, sigue siendo un faro de serenidad y servicio. Su dedicación a enseñar, sanar y liberar destaca en medio del clamor. « 𝐀𝐜𝐮𝐝𝐢 ́ 𝐚 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐚 𝐠𝐞𝐧𝐭𝐞 » Buscar a Jesús, estar cerca de Él, tocarlo son las actitudes de aquellos que se reconocen necesitados. A Jesús va a buscarlo gente de distintas procedencias. Se han enterado de las cosas que hacía. Quienes estaban y están desesperados por su sufrimiento o enfermedades, acudían a Él como úl...

La mejor medicina

“Los que lo tocaban se curaban”              (Mc 6, 53-56).   A Jesús lo reconocen por donde pasan. La voz corre para buscarlo y llevarle enfermos. Jesús sana las enfermedades tocando y dejándose tocar. El sufrimiento no le es indiferente.   Caminaban con Él, querían tocarlo para cambiar. Jesús les dejaba sitio, los acogía y tocaba, la vida cambiaba.  Jesús se manifestó como fuente de salvación. Por eso muchos le buscaban... Y cuando lo encontraban deseaban tocarle pues con sólo tocarle se curaban. Es la relación con Él, la cercanía a Él, estar a su lado, dejarle sitio... lo que va a cambiar nuestra vida. Ser discípulo de Jesús no es pensar como Él, sino vivir con Él un proyecto de vida. Jesús tenía "debilidad" por los enfermos. Conocía sus sufrimientos, los del cuerpo y los del alma. Sabía de sus soledades. Jesús era cercano. Se podía tocar su manto. En este evangelio Jesús se dejaba tocar. Es un signo de cercan...