"El reino de Dios ha llegado a vosotros." (Lc 11,15-26). Cristo está allí donde hay necesidad; está presente en los que sufren. El enemigo encierra a los hombres dentro de sí y los incapacita para la comunicación y el encuentro. Únete a la comunidad de Jesús; busca a Jesús en ella. No vivas la fe a solas. Necesitas el fuego y la ternura de los hermanos en la fe. No puedes vivir la fe a solas. Jesús sufrió mucha sospecha y confrontación. Es cierto que un grupito pequeño le siguió. Pero cada día se encontraba con descalificaciones y rechazo. ¿De dónde nacía su paz y su alegría? No del aplauso o del éxito. Nacía del reconocimiento de la proximidad y cariño de Dios. Le sostenía ver qué el Reino crecía entre los pobres y sencillos. A nosotros también nos tiene que dar vida nuestros intentos diarios de construir ambientes llenos de amor. Con el Señor no valen las medias tintas: si no favoreces, obstaculizas. Si no recoges, desparramas. Quien interpreta...