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Mostrando las entradas etiquetadas como Persecuciòn

Primer Mártir.

  "No seréis vosotros los que habléis,  sino que el Espíritu de vuestro Padre  hablará por vosotros".   (Mt 10, 17-22) Una vida que nace, el Niño en Belén, una vida que se entrega, la de Esteban como respuesta y seguimiento a la que Él había entregado. Seguir a este Niño envuelto en pañales en un pesebre es un verdadero compromiso donde ponemos en juego la vida. Recordamos hoy a los perseguidos por su fe en tantos países. Su testimonio es fruto de la confianza en el Espíritu del que nace en estos días que habla por su boca mostrando el amor del Padre y la confianza en la adversidad. La persecución no debe extrañarnos a los seguidores del Salvador. Si al que vino a salvarnos le rechazaron cuánto más rechazarán a sus discípulos. Sin embargo, perseverar en la adversidad es garantía de fidelidad en el amor; y es su amor el que nos salva de nuestros pecados. Quien quiera seguir a Jesús va a tener que vivir y sufrir lo que Él, el maestro, vivió. Nos pide confianz...

Hasta el final

  "Yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente  ni contradecir  ningún adversario vuestro."    (Lc 21,19-21) Las persecuciones, la cárcel, las comparecencias ante las autoridades, son ocasión para dar testimonio. En medio de las dificultades, los conflictos, el odio, la confianza en una palabra y una sabiduría que no se puede contradecir. Perseverar porque Dios no falla. En tiempos de prueba como los presentes, la perseverancia es un valor en alza. Cuando parece que todo es endeble, licuado y light, lo que perdura en su radicalidad se cotiza de forma significativa. El Señor estima que sólo el perseverar puede salvarnos, puede mantenernos en Él.   "Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas" Perseverar es seguir rezando cuando no sientes nada y parece que no hay nadie al otro lado. Es seguir cumpliendo la voluntad de Dios aunque ya no te apetezca. Es levantarte para rezar en vez de seguir durmiendo. Perseverar en lo crees...

Feliz de ti

  «Si el mundo os odia, sabed  que me ha odiado a mí antes  que a vosotros»   (Jn 15, 18-21)   El que está unido a Jesús debe saber que puede correr su misma suerte. Jesús saca de la esclavitud y lleva a la libertad. Saca de la injusticia y lleva al amor solidario. Saca de la opresión y lleva al proyecto del Padre. Quien denuncia los criterios del mundo, se gana el odio del mundo.   Las palabras de Jesús nos alertan también a nosotros sobre lo difícil que va a ser nuestra relación con el mundo. No somos del mundo, vivimos en el mundo, y somos para el mundo. El mundo como esa realidad contraria a la voluntad de Dios. Un mundo con sus criterios mercantilistas, deshumanizados, ante los que ser gratuidad y ternura. Un mundo que odia porque necesita Amor. No somos del mundo, pero estamos y vivimos en el mundo. El mundo es nuestro lugar de encuentro con Dios y los demás. El mundo es oportunidad de conversión y espacio de salvación. ...