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Mostrando las entradas etiquetadas como amor fraterno

Puertas abiertas

  «Ay de vosotros que no habéis entrado y a los que intentaban entrar se lo habéis impedido»   (Lc 11,47-54). En las últimas décadas ha crecido cierto sentimiento de impunidad. Estamos olvidando que el comportamiento humano tiene sus consecuencias. Tal vez por ello, se realizan las mayores atrocidades sin que brote la mínima reflexión o arrepentimiento. El mal encubre su propio mal. Jesús cuestiona a quienes viven diciendo lo contrario de lo que hacen. A los que acaban con los profetas porque son incómodas sus denuncias. A quienes cierran el paso al saber porque pueden ser confrontados. Jesús es acosado por escribas y fariseos, los religiosos. Jesús muestra cuál es la auténtica postura de amor frente al mero cumplimiento externo de normas y ritos, que asfixian a la persona. No juzgues a las personas por sus apariencias externas, porque te equivocas casi siempre. Lo que agrada a Dios es un corazón humano, sincero y compasivo. Tú, Señor, eres el camino del amor que ava...

¿Qué es servir?

  "Había llegado su hora  de pasar de este mundo al Padre".   (Jn13,1-15). En la mesa de Jesús no hay juicio sino entrega, servicio y sitio. Hoy comenzamos el Triduo Pascual. Hasta el domingo vamos a vivir la tensión del nacimiento a lo definitivo de la humanidad. Ese paso, esa Pascua de dejar de vivir mirando al suelo y pasar a vivir "glorificados". Como una semilla que se pudre, como una crisálida que envuelve al gusano y lo transforma en mariposa, así nosotros morimos y renacemos a diario. "He muerto y he resucitado", mil veces a lo largo de una vida. Gracias a Jesús que también a diario me lava los pies y me dice que me ama. ¿Cómo es un amor que llega hasta el extremo?   "Gratuito", porque se dona a sí mismo sin esperar nada a cambio. "Incondicional", porque no se detiene ante nada, ni siquiera ante el rechazo. "Sobreabundante", porque no soporta una medida impuesta, ya que siempre la rebosa.   Te haces siervo por...

El amor verdadero

  "Amarás al Señor tu Dios  con todo tu corazón,  con toda tu alma, con toda tu mente”.   (Mt 22,34-40). Recibir la palabra como un mandamiento, es como ver a Dios como un jefe ordenando a un trabajador. Y Jesús nos llama amigos y no siervos. La posibilidad de estrenar un amor, "con todo" , significa plenitud. No quiere que llamemos amor al cálculo, al regateo, al ahorro, a la proporcionalidad. Amar con estrategia y con interés nos convierte en negociantes, no en amadores apasionados que dan la vida por sus amigos. Aquel doctor de la ley le pregunta a Jesús por el mandamiento principal de la ley. Jesús no le responde con uno sino con dos mandamientos: Amar a Dios y amar al prójimo. No se puede decir que amas a Dios (que puede parecer más fácil) sino amas a los demás (1Jn4,20). ¿Cómo debemos seguir a Jesús? Amándolo con todo el corazón, con toda el alma, con la mente y con todas las fuerzas... con todo lo que somos. Y esto se percibe en el amor al prójimo. Así...