“Serán los dos una sola carne” (Mt 19,4.5). Jesús te recuerda el proyecto creador de Dios: creó al hombre y a la mujer, con igual dignidad. Jesús propone una relación nueva: no se trata de competir sino de colaborar, de caminar juntos. Frente al individualismo sin reglas, la comunión del hombre y la mujer es parábola para el mundo. Frente a la cultura del dinero, el éxito, el poder… en la pareja se dan las relaciones gratuitas. En el matrimonio se puede escuchar el lenguaje de Dios, que es el lenguaje del amor. Llamados a un proyecto de amor que parte de un corazón donde el otro tiene un sitio reservado, un sitio privilegiado. Solos o con otro, en comunidad... pero siempre en búsqueda permanente de un proyecto de amor. Qué bueno es sentir que tienes a alguien que te acompaña y te apoya siempre, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad. Todos antes o después, necesitamos de los demás. Es bueno saber pedir ayuda y saber ayuda...