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Mostrando entradas de marzo, 2013

Con Cristo el corazón nunca envejece.

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“Jesús entra en Jerusalén. La muchedumbre de los discípulos lo acompañan festivamente, se extienden los mantos ante él, se habla de los prodigios que ha hecho, se eleva un grito de alabanza: «¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en lo alto» (Lc 19,38). Gentío, fiesta, alabanza, bendición, paz. Se respira un clima de alegría. Jesús ha despertado en el corazón tantas esperanzas, sobre todo entre la gente humilde, simple, pobre, olvidada, esa que no cuenta a los ojos del mundo. Él ha sabido comprender las miserias humanas, ha mostrado el rostro de misericordia de Dios, se ha inclinado para curar el cuerpo y el alma. Este es Jesús. Este es su corazón que nos mira a todos, que mira nuestras enfermedades, nuestros pecados. Es grande el amor de Jesús. Y así entra en Jerusalén con este amor, y nos mira a todos. Es una bella escena, llena de luz -la luz del amor de Jesús, el de su corazón-, de alegría, de fiesta. Al comienzo de la Mi

PADRE NUESTRO

Qué bueno es imaginar al Padre diciéndonos estas cosas. EL DEL PADRE NUESTRO Yo soy su Padre, dice Dios, el del Padre nuestro que estás en los cielos. Mi hijo ya se lo ha dicho a los hombres, que Yo soy su Padre. Soy también su juez ( y esto también se la ha dicho mi Hijo), pero sobre todo soy Padre. El que es padre es padre ante todo, y el que una vez ha sido padre ya no puede ser nunca más que padre. De modo que los hombres son los hermanos de mi Hijo, son mis hijos y yo soy su Padre. Y mi Hijo les ha enseñado la oración del Padre nuestro... Bien sabía mi Hijo Jesús lo que hacía enseñándoles a rezar así, bien sabía lo que El hacía, que les amó tanto que vivió con ellos, como uno de ellos, que andaba como ellos, y hablaba como ellos, y sufría como ellos, y murió como ellos, y se trajo al cielo un cierto sabor a hombre, un cierto sabor a tierra... Charles Péguy:

LA HUMILDAD

“Si quieres ser grande, comienza por ser pequeño;  si quieres construir un edificio que llegue hasta el cielo,  piensa primero en poner el fundamento de la humildad.  Cuanto mayor sea la mole que se trate de levantar  y la altura del edificio,  tanto más hondo hay que cavar el cimiento.  Y mientras el edificio que se construye se eleva hacia lo alto,  el que cava el cimiento se abaja hasta lo más profundo.  El edificio antes de subir se humilla,  y su cúspide se erige después de la humillación."   San Agustín.

Tenemos un Padre bueno que es Dios

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E l Papa Francisco saluda a sus fieles argentinos con un llamad a telefónic a :  «Gracias por haberse reunido a rezar» "Es tan lindo rezar, mirar hacia el cielo, mirar a nuestro corazón y saber que tenemos un P adre bueno que es Dios. Gracias por eso"  "Caminemos juntos todos, cuidémonos los unos a los otros, cuídense entre ustedes, no se hagan daño, cuídense la vida, cuiden la familia, cuiden la naturaleza, cuiden a los niños, cuiden a los viejos, que no haya odio, que no haya pelea, dejen de lado la envidia, dialoguen, que entre ustedes, este deseo de cuidarse vaya creciendo en el corazón y acérquense a Dios"

NO DEBEMOS TENER MIEDO DE LA BONDAD, DE LA TERNURA.

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Homilía del Papa Francisco en la misa de inicio de su pontificado (19 de marzo de 2013) Queridos hermanos y hermanas Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de san José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado Predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud. Saludo con afecto a los hermanos Cardenales y Obispos, a los presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas y a todos los fieles laicos. Agradezco por su presencia a los representantes de las otras Iglesias y Comunidades eclesiales, así como a los representantes de la comunidad judía y otras comunidades religiosas. Dirijo un cordial saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a las delegaciones oficiales de tantos países del mundo y al Cuerpo Diplomático. Hemos escuchado en el Evangelio que «José hizo lo que el

"Si el Señor no perdona todo, el mundo no existiría."

Recuerdo que apenas era obispo, en 1992, llegó (la imagen) de Nuestra Señora de Fátima a Buenos Aires y se celebró una gran misa para los enfermos. Fui a confesar a aquella misa. Y casi al final, me levanté, porque debía administrar una confirmación. Pero vino una anciana, humilde, muy humilde, octogenaria. La ví y le dije: "Abuela --porque así le decimos a las personas ancianas: abuela--, ¿quiere confesarse?". "Sí", me dijo. "Pero si usted no ha pecado ...". Y ella dijo: "Todos tenemos pecados ...". "Pero tal vez el Señor no la perdona...". "El Señor perdona todo", me dijo. "¿Segura? ¿Pero cómo lo sabe usted, señora?". "Si el Señor no perdona todo, el mundo no existiría." Sentí ganas de preguntarle: "Dígame, señora, ¿usted estudió en la Gregoriana?", Porque esa es la sabiduría que da el Espíritu Santo: la sabiduría interior ante la misericordia de Dios. Francisco 

SI SE PRESCINDE DE DIOS, FALTA LA BRÚJULA PARA HALLAR EL CAMINO.

Queridos hermanos y hermanas: En esta breve homilía deseo decir algunas palabras sobre la oración con la que se concluyen estas Vísperas, porque me parece que en esta oración se interpreta y se transforma en plegaria el pasaje leído de la carta a los Romanos. La oración se compone de dos partes: un mensaje —un encabezamiento, por así decirlo— y después la plegaria formada por dos súplicas. Comenzamos con el mensaje, que también tiene dos partes: aquí hay que concretar un poco el "Tú" a quien hablamos para poder llamar con mayor fuerza al Corazón de Dios . En el texto italiano leemos sencillamente: "Padre Misericordioso" . El texto original en latín es algo más amplio; dice: " Dios Omnipotente, Misericordioso" . En mi reciente encíclica "Caritas in veritate" he intentado mostrar la prioridad de Dios tanto en la vida personal como en la vida de la historia, de la sociedad, del mundo. Ciertamente la relación con Dios es algo profun

"Cuando caminamos sin la Cruz no somos discípulos del Señor"

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El Papa Francisco en su primera Misa: "Cuando caminamos sin la Cruz no somos discípulos del Señor" Sin papeles, con un breve esquema, en menos de ocho minutos, la primera homilía del Papa Francisco ha estado cargada de mensajes. El primero, contundente. A los católicos nos corresponde caminar, edificar y confesar, siempre con la Cruz de Cristo. El segundo, muy claro, "quien no reza al Señor, reza al diablo". Tres movimientos: caminar, edificar, confesar. Caminar, edificar, confesar. Caminar, casa de Jacob. Caminemos en la luz del Señor. Esto es lo primero que Dios le dijo a Abraham. Camina en mi presencia y sé irreprochable, le dijo Dios a Abraham. Nuestra vida es un camino y cuando nos paramos, la cosa no funciona. Edificar. Edificar la Iglesia. Se habla de piedras. Si no hay piedras, no hay consistencia. Piedras unidas por el Espíritu Santo. Edificar la Iglesia, la esposa de Cristo, sobre la piedra angular. El tercer movimiento es confesar. Po