“El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir” (Lc 12,8-12). En esto del seguimiento de Jesús siempre hay momentos de dificultad. Conviene recordar que justo en esos momentos no estamos solos, sino que tenemos la misma fuerza y sabiduría que tuvo Jesús, es decir, su Espíritu. " Porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir". No sólo "decir", sino "hacer", "vivir", "decidir". El Espíritu Santo es el gran don de Dios. El dador de vida. El aliento de Dios que vivifica lo no vivo. Devuelve la vida, el sentido, la ilusión, a tantos huesos secos y situaciones sin vida, que se agolpan en las ciudades. Es el dulce huésped del alma, alivio en nuestros días. "El Espíritu Santo os enseñará lo que tenéis que decir" . El Espíritu Santo es el lazo de amor entre el Padre y el Hijo. El Espíritu Santo es también el amor derramado en nuestros corazones que clama: "¡...