«¿Cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?» (Lc 12,54-59). Vivimos y todo nos conduce a programar y pensar en el futuro, incluso agobiarnos y deprimirnos. Eso impide que vivamos el presente que descubramos el mundo que tenemos alrededor y a las buenas personas. "Sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?" Tenemos respuestas inmediatas al preguntar sobre qué tiempo hará hoy, o cualquier pregunta a Google o a Chat GPT. Pero ¿quién nos responde a las cuestiones más esenciales? sobre ¿qué hacer con la vida?, ¿cómo rendir los talentos?, ¿cómo ser fiel al corazón? Es necesario preguntarle a aquel que nos ha dado la vida. Orar es el ejercicio de poner nuestra vida bajo la mirada y el sueño de aquel que más nos ama. Jesús trae la última palabra del Padre a la humanidad; sin embargo los hombres no tienen la habilidad suficiente de descifrar los signos del reino presente en Jesús, no perciben la nuev...