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Mostrando las entradas etiquetadas como FÁTIMA

Un arma infalible: la oración.

“El que cree en mí,  también él hará las obras que yo hago,  y aún mayores…  Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré”   (Jn 14,12.14)     Quien me ve a mí ve al Padre... parece dar a entender que quien vea a sus seguidores verá al Señor.  Cada uno de nosotros conoce su incapacidad, sus puntos débiles y mil cosas más. Jesús también los conoce.  Solo nos pide que seamos portadores de vida y alegría.  En nuestro quehacer y en nuestra vida nos da un arma infalible: la oración.  ¿Creemos que lo que pidamos a favor de los demás se nos concederá?  ¿No confiamos demasiado en nosotros mismos? - Señor mío y Dios mío. La misión nace de una convivencia prolongada con Jesús; la profecía nace de la amistad con Él.  Lo descubierto en la intimidad orante se proclama en las obras de cada día.  Orar unidos a Jesús es un gran don.  Si pides hoy algo, hazlo unido a Jesús.  L...

EL REGALO DE FÁTIMA

Hace unos días estuve en Fátima, todo un regalo para el espíritu. Gracias a Juan José y Rosa pude pasar un día en aquella bendita tierra que nos recuerda el amor de la Madre.

Acto de consagración de los sacerdotes al Corazón Inmaculado de María por parte de Benedicto XVI en Ia Iglesia de la Santísima Trinidad - Fátima

Madre Inmaculada, en este lugar de gracia, convocados por el amor de tu Hijo Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, nosotros, hijos en el Hijo y sacerdotes suyos, nos consagramos a tu Corazón materno, para cumplir fielmente la voluntad del Padre.   Somos conscientes de que, sin Jesús, no podemos hacer nada (cfr. Jn 15,5) y de que, sólo por Él, con Él y en Él, seremos instrumentos de salvación para el mundo.   Esposa del Espíritu Santo, alcánzanos el don inestimable de la transformación en Cristo. Por la misma potencia del Espíritu que, extendiendo su sombra sobre Ti, te hizo Madre del Salvador, ayúdanos para que Cristo, tu Hijo, nazca también en nosotros. Y, de este modo, la Iglesia pueda ser renovada por santos sacerdotes, transfigurados por la gracia de Aquel que hace nuevas todas las cosas.   Madre de Misericordia, ha sido tu Hijo Jesús quien nos ha llamado a ser como Él: luz del mundo y sal de la tierra (cfr. Mt 5,...

Oración ante la Virgen de Fátima de Benedicto XVI

Señora Nuestra y Madre de todos los hombres y mujeres, aquí estoy como un hijo que viene a visitar a su Madre y lo hace en compañía de una multitud de hermanos y hermanas. Como Sucesor de Pedro, al que se le confió la misión de presidir el servicio de la caridad en la Iglesia de Cristo y de confirmar a todos en la fe y en la esperanza, quiero presentar a tu Corazón Inmaculado las alegrías y las esperanzas, así como los problemas y los sufrimientos de cada uno de estos hijos e hijas tuyos, que se encuentran en Cova de Iria o que nos acompañan desde la distancia. Madre amabilísima, tú conoces a cada uno por su nombre, con su rostro y con su historia, y quieres a todos con amor materno, que fluye del mismo corazón de Dios Amor. Te confío a todos y los consagro a ti, María Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra. El Venerable Papa Juan Pablo II, que te visitó tres veces, aquí en Fátima, y te agradeció aquella “mano invisible” ...