"¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?" (Mt 21,23-27) La cuestión de la autoridad de Jesús desconcierta e interroga. La autoridad es un don, una gracia que Dios concede. No se alcanza por méritos propios, sino permitiéndole a Dios que nos capacite para vivir con coherencia e inteligencia. El modelo lo vemos en Jesús. Las obras y las palabras del Señor eran extraordinarias y causaban admiración. Por eso los escribas fueron directamente a preguntarle "¿Con qué autoridad haces esto?" Si no lograba explicar el origen de su autoridad no sería creíble. Sin embargo, sus obras le acreditan. La autoridad de Jesús era evidente. Hablaba y vivía de una manera muy especial, con fuerza y autenticidad. No es una autoridad de 'poderosos', es una autoridad para servir. Una autoridad que no se impone sino que se propone. Tener autoridad es diferente a infundir miedo. La autoridad nace del testimonio. El miedo nace del poder. Se n...