“ la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz ” (Jn 3, 14-21) El pasaje de Juan es un mensaje de esperanza y amor para todos nosotros. Nos recuerda que Dios nos ama profundamente y que envió a su Hijo Jesús para salvarnos. La fe en Jesús es la clave para la vida eterna. No somos conscientes de lo inmenso que es el amor de Dios. Inmenso, gratuito, desinteresado, un amor hasta el extremo... hasta el punto de entregarnos a su Hijo para nuestra propia salvación. Tanto amó Dios al mundo, que acogió lo más alejado para hacerse cercanía. Lo más despreciable para mostrarle su valor. Lo más oscuro para iluminarlo. Lo más perdido para encontrarlo. Lo más imperdonable para salvarlo. Dios ama nuestra completa libertad. "Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él." Juzgar lo que vivimos le toca a Dios. A nosotros nos falta luz. Somos muy primarios y rápidos a la hora de juzgarnos a nos...