“Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor” (Mt 1,16.18-21.24a) El Espíritu nos regala la figura de José, guardián de nuestras debilidades, soñador en la noche de los sueños de Dios, valiente para tomar decisiones en momentos difíciles. Pedimos a san José que nos dé la capacidad de soñar cosas grandes para la Iglesia, para la humanidad, para que te acerques a las cosas que Dios sueña para nosotros. Señor, que nuestras noches, vividas a la luz de la fe, se conviertan en noches de salvación para todos, integrando libertad, verdad y amor. «Hizo lo que le había mandado el ángel del Señor» De San José aprendemos a obedecer, a confiar, a servir al que lo necesita, a superar nuestros egoísmos y pensar en los demás, aunque no entendamos que lo que hacemos es el mandato de aquel que nos dio la vida y nos sostiene. Frente al lógico miedo de José, la indicación de Dios: “no temas”. ¿Me fío del Señor, que m...