«¡Ánimo hija! Tu fe te ha salvado» (Mt 9,18-26). Comenzamos la semana recordando que no se trata de hacer muchas cosas, sino hacer aquellas que nacen de un corazón confiado en que el bien prevalece sobre el mal y que en nuestro actuar manifestamos la misericordia del que nos amó primero. Dos historias paralelas y en encuentro sanador. Una niña que muere y su padre va a hablar con Jesús. Una mujer que va muriendo por flujos de sangre. El encuentro con Jesús es sanador y salvador. Nos regala vida abundante si creemos. Nos levanta de incredulidades. Muchas veces nos sentimos oscuras cavernas donde no hay nada más que oscuridad. Pero cuando se abre un hueco y entra un rayo de luz, llena la cueva de claridad y color toda la estancia. Jesús cura a la mujer valiente que toca el borde de su manto, y le dice "Tu fe te ha curado". La fe nos cura y nos sana. No porque modifique mágicamente las circunstancias que nos cuestan, sino porque cambia nuestra forma de acogerlas. T...