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Mostrando las entradas etiquetadas como Sábado VII Pascua

¡Sígueme!

  «¿ 𝑨 𝒕𝒊 𝒒𝒖𝒆 ́? 𝑻𝒖 ́ 𝒔𝒊 ́ 𝒈𝒖𝒆𝒎𝒆 »   (Jn 21, 20-25) Él es “el Camino, la Verdad y la Vida”. Fija la mirada en Jesús, y sigue sus huellas. Vive la libertad de los hijos de Dios. Sigamos los pasos de Jesús sus huellas nos conducirán por el camino de la humildad, amor y misericordia.   "Tú sígueme." Al final entre las muchas opciones, los diferentes caminos, la diversidad cultural e ideológica, lo que Jesús nos pide es que le sigamos. No nos llamas por ser especiales, por tener talentos o capacidades. Nos llama a todos. La invitación a seguirte nace de la seguridad que eres el que nos enseña a amar. No llamas a los capaces, sino que capacitas a los que llamas. Seguirte es la garantía de que lo humano se despliegue hasta llegar a ser divino. Realmente, todo lo que se ha escrito sobre las palabras y los hechos de Jesús llenaría innumerables bibliotecas. Pero lo sorprendente no está en la cantidad de escritos sino en la cualidad de lo que narran dicho...

Doble llamada

  «Este es el discípulo que ha escrito esto,  y su testimonio es verdadero.»   (Jn 21, 20-25) Todos los cristianos hemos de seguir a Jesús de cerca, pero tenemos distintas sensibilidades éticas y espirituales y distintas percepciones de lo que ha de significar nuestro compromiso Juan termina su Evangelio con una invitación: “Tú sígueme”. Sintamos en nosotros esa doble llamada que termina siendo una sola: “Sintamos la invitación a seguirle a él”. “Sintamos la invitación a anunciarle a él”. Y dejemos qué espera el Señor de los demás.   Mañana el Espíritu Santo renovará en cada uno esa doble llamada, al celebrar la fiesta de Pentecostés. La voluntad de Jesús es que lo sigamos en todo tiempo y lugar que busquemos imitar su ejemplo, empezando ya, poniéndose en camino Profundizar en la persona de Jesucristo hasta dejarle que se convierta en el centro de nuestra vida es una tarea gozosa de todo cristiano. En el seguimiento no tenemos que ocu...

Testigos

  "Tú sígueme".   (Jn 21,20-25)   Cada uno tenemos una misión en la vida. Nadie puede hacerlo por nosotros, ni nosotros hacerlo por otros.  Descubrir ese sentido requiere de escucha, atención y búsqueda sincera. Sin mirar para otros lados ni compararnos con nadie. No hay lugar para envidias. Estamos llamados a dar testimonio verdadero del Señor, a ser fieles a la Palabra y el gesto que Él ha tenido con nosotros. No se puede dar testimonio de lo que no se ha visto, escuchado, sentido... y sobre todo vivido. Seamos testigos del encuentro con Él.  

Demos testimonio

"Nosotros sabemos  que su testimonio es verdadero"  (Jn 21, 20-25) Dios tiene un plan diferente para cada uno de nosotros, aunque no lo entendamos o aunque nos fastidie. El Espíritu Santo sella en nuestro corazón el Misterio Pascual de Jesucristo, para que, permaneciendo en su amor, demos testimonio de lo que hemos visto y oído. A través de María llamad a la puerta del corazón de Dios... Que María, Madre de Dios y Madre Nuestra nos enseñe a escuchar la voz de su Hijo y saber ponernos a la disposición de su llamada. Estamos a las puertas de Pentecostés. Pidamos para que el misterio de Pentecostés sea para la Iglesia, no algo que ocurrió en el pasado, sino una repetida renovación en el perdón, en la vida y en el amor de Cristo. Que por el poder del Espíritu Santo, seamos fieles a nuestra fe y a nuestro compromiso por todo lo que Jesús nos enseñó. Que el Espíritu Santo siga re-creándonos de nuevo en el amor a Dios y en el amor a los her...