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Mostrando las entradas etiquetadas como EUCARISTIA

Una alianza nueva

  "Tomad, esto es mi cuerpo."   (Mc14,12-16,22-26). Hoy celebramos la pedagogía divina del "don". Toda la vida de Jesús fue darse y repartirse a los demás. Cómo pan que alimenta, como vino que llena copas para hacer un brindis. La humanidad desde el principio se convierte en receptora de la iniciativa salvadora de Dios. Se nos da todo, y frente a tanta abundancia de amor solo es posible una respuesta: dad gratis lo que gratis recibís. La eucaristía es para aprender a dar gracias por los bienes recibidos y anima a compartirlos con los demás. Tomad y comed, tomad y bebed todos de él El misterio del Cuerpo y la Sangre de Cristo, es el cumplimiento de la promesa del Señor de quedarse con nosotros todos los días hasta el final de los tiempos. Es actualización de la muerte y resurrección del Señor. Es fuente del amor por el que se entrega al Padre y a los demás. Tomó pan. Alimento básico, asequible, diario. Pronunció la bendición. Decir bien de lo que es don. Lo...

Dios siempre acude cuando le pedimos.

“Señor, tengo en casa un criado  que está en cama paralítico y sufre mucho”  (Mt 8,6)   Impresiona el cariño del centurión por su criado, no era lo más habitual. Seguro que el gesto conmovió a Jesús. El centurión no pide nada, está seguro del resultado.  La oración confiada y segura siempre es eficaz.   Puede no ser lo que nosotros habíamos imaginado, pero siempre hay una respuesta.  Lo mismo ocurrió con Abrahán y Sara.  Dios siempre acude cuando le pedimos.   - Señor, aumenta mi fe. Los orantes exponen a Jesús las necesidades de los que más sufren y se quedan aguardando.  ¡Qué fecundidad proyectan sobre el mundo los que aguardan la actuación del Señor! No te limites hoy a leer, ver u oír noticias de los dolores de personas o de pueblos. Haz oración de intercesión por todos ellos ante Jesús Eucaristía.  Mi corazón se abre al dolor de mis hermanos. Mi corazón, lleno...

"Sin mí nada podéis hacer"

“Con esto recibe gloria mi Padre,  con que deis fruto abundante”  (Jn 15,8)    La gloria del Padre consiste en que todos vivamos en plenitud, pero la violencia de unos contra otros oscurece su rostro.  Cuando los discípulos de Jesús dan fruto alegran el corazón del Padre, cuando son lugares de comunión hacen brotar una sonrisa en los ojos del Padre, cuando ven a cada persona como un don dan gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.  Alégrate con las personas que viven cerca de ti.  Gózate con sus éxitos.    También hoy soñaré con la nueva humanidad, Señor.  También hoy pondré mis manos en la tarea.   Tu relación con Dios crece por la oración y su Palabra Para el hombre moderno la afirmación: "sin mí nada podéis hacer", puede resultar un tanto exagerada.  No es exageración es una gran realidad.  Hacemos mil cosas, nos desvivimos por los demás.  Hacer por... siemp...