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Mostrando las entradas etiquetadas como SALMOS

Unidos

  “Si yo echo los demonios con el dedo de Dios,  entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros”    (Lc 11,20).    Confundir la acción de Jesús con la de Belzebú es estar lejos de la verdad. Por aquí anda el pecado contra el Espíritu: decir que Jesús no traía salvación sino demonio. Un engaño en el que no se es capaz de descubrir el paso de Dios por la vida. Se desparrama el bien, la belleza y la verdad. Estar de parte de Jesús y reconocerlo requiere discernimiento La falta de discernimiento genera confusión, injusticia, división y violencia. Cuando caminamos juntos, el Evangelio es como una luz encima del candelero.  ¿Dónde estás? ¿Con quién estas? Dios nos quiere muy unidos a Él. ¿Realmente lo estás? ¿O solo “de boquilla”?   Ante la impaciencia humana, Dios se vuelve paciencia infinita.  Ante nuestro pesimismo, Dios se vuelve renovada esperanza.  Ante nuestros desvaríos, Dios se vuelve derroche de miserico...

Entrar por ti...

«Yo soy la puerta:  quien entre por mí se salvará  y podrá entrar y salir,  y encontrará pastos»  (Jn 10, 1-10) El domingo del Buen Pastor es un domingo bello, un domingo de paz, de mansedumbre, de ternura, porque nuestro Pastor cuida de nosotros.  “El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar”. (Sal 22) Tiempo de incertidumbre e inseguridad, de sentirnos especialmente frágiles; de convivir con interrogantes y dudas, de asumir que no lo podemos controlar todo; de adentrarnos en el silencio, puerta del Misterio, que acoge, acepta, contempla, confía y deja a Dios ser Dios. Nacer de nuevo. Volver a nacer en una vida más humana, más generosa y sencilla. Potenciar en lo que somos, lo mejor de nosotros mismos. Agradecer a Dios su presencia en nuestra vida y en el mundo.  Volver a la tienda del encuentro, al hogar, al camino, a la senda del corazón. Dios nos está llamando y tiene una oferta de liberación, pero sólo...

¿Quién es Jesús?

«El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo;  porque yo hago siempre lo que le agrada»  (Jn 8, 21-30) Dios también está siempre a nuestro lado, aunque a veces cueste verlo. En esos momentos toca perseverar en la Fe En este camino, la cruz es el punto de referencia. Es un faro en nuestro peregrinar. El que quiera venir en pos de mí, tome su cruz cada día y sígame. Ciertamente debemos estar atentos a seguir el camino verdadero. Cristo nos desvela el secreto de su éxito. Es sencillo: basta con cumplir la voluntad de Dios. Eso es todo 'Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti; no me escondas tu rostro el día de la desgracia. Inclina tu oído hacia mí; cuando te invoco El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra, para escuchar los gemidos de los cautivos y librar a los condenados a muerte' (Sal 101) «¿Quién eres tú?».  No es fácil decir quién es Jesús. No podemos atraparlo en nuestros conceptos. Reducirlo a nues...

Caminar por el sendero de tu amor

«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?;  ¿ninguno te ha condenado?»   (Jn 8, 1-11) Nos vemos en una difícil situación, pero no estamos solos. Permanezcamos arraigados en la oración. Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?  Confiemos en el Señor que siempre nos escucha y nos acompaña. ‘Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo porque Tú vas conmigo’ (Sal 22) Todos somos pecadores. Todos. Antes de acusar a alguien, mira en tu corazón. Practica la humildad.  Reconoce tus errores.  Aprende a perdonar... y a pedir perdón . Con qué facilidad tiro piedras a los demás, parapetado en mi orgullo... Con cuánta facilidad le impido al Señor manifestarme su amor, un amor que no condena, sino que sana y libera; un amor que destruye el pecado y la muerte y que sostiene el universo. Quien esté libre de pecado, está libre de conciencia, de misericordia , de ternura, de acogida, de humanidad. El pecado nos enfrenta a nuestra propi...