"Si quieres ser perfecto, vende tus bienes, así tendrás un tesoro en el cielo" (Mt 19, 16-22) El joven rico buscaba vida eterna, pero su corazón estaba atado al oro. Cristo nos recuerda: la perfección está en soltar lo efímero y seguirle. El Señor exige almas libres, pobres en lo visible pero ricas en lo eterno. “Vente conmigo” Jesús te invita a ir con él, para remar mar adentro en busca de aguas más profundas. Te llama a ir más allá de lo que puedas hacer de bueno; te ofrece su presencia de amigo. La observancia de leyes no te da la madurez, te la da el encuentro con Jesús y con los demás. En la intimidad puedes conectar con lo que Jesús vive y con su modo de vivir las cosas. Conocer a Jesucristo es el inicio de seguir sus huellas. Es imposible conocerle y quedarnos estáticos. Lo bueno es lo que nos impulsa a seguir. El tesoro que nunca se gasta y se renueva cada día con semillas de bondad,de bien,de justicia y solidaridad. ...