«Por entonces viene Jesús desde Galilea al Jordán y se presenta a Juan para que lo bautice» (Mt 3, 13-17) El agua cae sobre mi cabeza y me recuerda que Dios me renueva, me recrea, me libera a cada instante. Cada día abre el grifo de la gracia y la derrama sobre sus hijos amados. Su voz vuelve a decirme: "Jesús es mi hijo amado, mi predilecto. Escúchale, síguele, Él te traerá a mí". Reconocido en medio del mundo como Hijo. Es el comienzo de una historia de anuncio y de vida, de mirar y llamar a las personas que se encuentre. Algo nuevo comienza... En el bautismo de Jesús sucede un evento que es también una gran promesa para nosotros: el Dios Trinitario se revela. Dios habla con su voz, el Espíritu desciende como una paloma y el Hijo revestido de autoridad divina sale de las aguas para realizar la obra de nuestra salvación. El bautismo de Jesús no es sólo de agua. Es también un bautismo de fuego. Su Espíritu se derrama sobre nosotros como una llama que ar...