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Mostrando las entradas etiquetadas como DOMINGO DE RESURRECCIÓN

"Vio y creyó".

  "Él había de resucitar  de entre los muertos."   (Jn 20,1-9). Feliz Pascua de Resurrección. Hoy acogemos toda la vida de Jesús y nos unimos a su alegría. La muerte le ha despojado de todo, pero la misericordia de Dios le ha devuelto todo con creces. Nadie nos puede quitar nada. Nuestra identidad es ser hijos de Dios. Y en esa identidad se incluye la inmortalidad. No vivamos ya en la escasez, en el cálculo, en la dosificación. Hoy inauguramos la sobreabundancia de Dios. Amor sin límites, vida sin límites, alegría que nada ni nadie nos puede quitar. Vivamos la Pascua con la misma intensidad que lo que sufrimos. Señor, abre nuestros ojos, nuestra mente y nuestro corazón, para reconocer tu presencia en todas las circunstancias de nuestra vida. María Magdalena fue al sepulcro al amanecer. Aún estaba oscuro, pero la luz del Amor la iluminaba. Vio la losa quitada y brotó en ella la esperanza. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, conta...

¡¡¡Ha Resucitado!!!

  "Él había de resucitar  de entre los muertos."   (Jn20,1-9). Un proyecto de amor verdadero no puede quedar inconcluso. Cuando algo es de verdad permanece, y el compromiso de Dios con su hijo Jesús y con la humanidad no puede quedar a medias. Lo que en apariencia es distancia, frialdad, olvido, ruptura, es el reverso de la restauración, del resucitar y renacer. Nuestras vidas, todas, están inscritas en el dinamismo Pascual. Morir para ser fecundos, perdernos para reencontrarnos, caer para volver a ponernos de pie, pero renovados y glorificados. María Magdalena va al sepulcro cuando la oscuridad de la muerte se cierne. La losa quitada la desconcierta. Va y anuncia su desesperación por la pérdida. Jesús no está. Jesús está encontrado. La muerte ha sido vencida. ¡Ha Resucitado! «No tengáis miedo. Ha resucitado» No busquemos entre los muertos al que vive. Abandonemos nuestros prejuicios y abramos el corazón al que nos salva. Que esta Resurrección nos lleve, no a u...

La mejor noticia

  “Vio y creyó”   Jn20,1-9. María Magdalena va al sepulcro. Se ha quedado atrapada en la muerte. Estaba todavía oscuro, pero ve. La losa está quitada. La losa quitada invita a la confianza y la esperanza. Dios retira losas para que la Vida brote, para que el Amor triunfe. Lo busca María Magdalena y no lo encuentra, van Juan y Pedro, por el testimonio de ella, y ven que la tumba está vacía. La muerte no ha vencido, la esperanza se ha hecho realidad. Empiezan a entender sus palabras. Cristo ha resucitado, aleluya, aleluya. María Magdalena fue el primer apóstol de la buena noticia: ¡He visto al Señor! Juan y Pedro lo certificaron entrando en el sepulcro vacío y luego apareciste triunfante en el Cenáculo hasta convencer a todos, incluido al terco Tomás. Y todo se inundó de alegría: ¡Ha resucitado! La comunidad va a cambiar por completo, el miedo se transforma en luz, la esperanza se hace realidad,    “Vio y creyó”. ¿Pero qué vio? Vio los signos de la resurrecc...