“Mi casa será casa de oración para todos los pueblos. Tened fe en Dios” . (Mc 11, 11-25). "No era tiempo de higos…" Tampoco vale decir es que 'no estoy de buen humor' 'me duele la cabeza'… El santo sabe que si Dios le pide higos (a pesar de los pesares… y aunque no tenga ganas), sabe que si le dice que 'sí', en sus ramas encontrará frutos su Señor La fe en Cristo conlleva dar frutos de caridad y servicio. El templo es un lugar de culto que se puede desvirtuar cuando se convierte en un espacio de comercio, búsqueda de intereses, compra- venta de objetos. Su fin es estar abierto a la oración, al encuentro con Dios y los demás. De lo contrario será “cueva de ladrones”. Toda celebración auténtica, que nada tiene que ver con el comercio de la casa de Dios, nos devuelve a la vida para ser testigos y comprometernos con los hermanos. MI CASA SE LLAMA CASA DE ORACIÓN. Y mi oración, ¿es un espacio de encuentro gratuito? Quiero escuchar...