«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra» . (Jn 8, 1-11). Compartimos mucho más de lo que creemos. Las luces y las sombras, el amor y el pecado. Y lo que nos rescata siempre es lo mismo: el amor. La misericordia de quien ve en nosotros esperanza, futuro renovado, posibilidades. La mirada de Jesús no es la que se queda con los pecados, los errores, los límites. Nos mira perfectivamente y nos ve desplegados y felices, sin culpa ni condena. Jesús y los fariseos. Acogida y perdón frente a hipocresía y ley. La mujer sorprendida en adulterio, sin varón adúltero. Ley que acusa y dedo que escribe. Piedra que se quiere tirar y pecado que delata. Dos visiones de la vida, de realidad, de otros y de uno mismo. "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra". ¡¡¡Cuidado con el juicio y el daño irreparable!!! Jesús acoge, tiene compasión, perdona, mira a la cara, da una oportunidad de cambio... "vete y no peques más". Que el juicio siempre ...