"Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna." (Jn10,22-30). “Os lo he dicho y no lo creéis”. Es necesaria la fe para acoger a Jesús. La fe es un don que Dios está dispuesto a concedernos y que espera que se lo pidamos. Por la fe alcanzamos la vida eterna. «Las obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí» Las que Él hacía hablaban de Dios, ponían al hermano en el centro, cuidaban y amaban al prójimo. Obras que son detalles del amor de Dios con nosotros. ¿Qué muestran nuestras obras? Ser testigos de Él es más que decir, es vivir. Cuando decimos cumplir la voluntad del Padre hacemos vida aquello que él nos ha dado, que nuestro testimonio sea signo de la fe que vivimos y va acompañada de las obras que hacemos en nombre del Padre. "Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna." Cuando no se escucha nada llena ni convence. Los judí...