“Hay que nacer del agua y del espíritu" . (Jn 3,1-8) En el evangelio, leemos durante unos días la conversación entre Jesús y Nicodemo. Nicodemo es miembro del sanedrín y forma parte de la élite del judaísmo oficial. Pero en Jesús hay algo que le cuestiona y quiere conocerlo. Su actitud de búsqueda, le lleva ir a visitar y conocer mejor al maestro. Nicodemo tenía hambre de razones para vivir y acude de noche a consultar a Jesús. Y la respuesta de Jesús apunta muy alto: "lo que ha nacido de la carne es carne, hay que nacer del agua y del espíritu". Nicodemo tenía una sed interior que no apagaba nada de lo que había vivido antes. De noche y a escondidas decide encontrarse con el Agua de donde iba a brotar su nacer de nuevo. El hombre lleva en sí mismo una sed de infinito, una nostalgia de eternidad, una búsqueda de belleza, un deseo de amor, una necesidad de luz y de verdad, que lo impulsan hacia el Absoluto. El hombre lleva en sí mismo el deseo de Dios. B...