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Mostrando las entradas etiquetadas como curar

Elegidos

  «Llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce»   (Lc 6,12-19).   Jesús empieza el día en oración. Desde ella orienta toda su actividad. Apoyado en ella, llama a sus discípulos y elige a los apóstoles. Enseña y cura sostenido por ella. Trasmite su fuerza a quien quiere tocarlo No debemos olvidar que Jesús escogió a doce. Ellos guían a los discípulos con la sabiduría que da el Espíritu, pero también tienen la obligación mayor de ser coherentes en su vida con el testimonio y ejemplo que deben dar. Después de una noche entera de oración, Jesús escogió de entre sus discípulos a doce, a quienes nombró Apóstoles: mensajeros de la Buena Noticia. Las doce tribus del antiguo pueblo son, ahora, los doce pilares del nuevo pueblo, cimentado sobre la piedra angular que es Cristo. La importancia de los apóstoles viene dada al ser elegidos por Jesús, no de sus carreras, de sus profesiones, de su preparación. Jesús los eligió por ser lo que eran, seguidores suyos, hombres bue...

Gratis

  "Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis" .   (Mt 10,7-15). Jesús hace presente el Reino de Dios: transforma corazones y relaciones con salvación, justicia y misericordia. Anunciarlo es acercar a Dios con palabras y gestos de amor y liberación Señor Jesús, Tú que enviaste a tus discípulos a anunciar el Reino, renueva hoy a tu Iglesia y haznos portadores  de tu paz y misericordia,  especialmente entre los pobres y excluidos. "Curad enfermos, resucitad muertos,  limpiad leprosos, arrojad demonios." Lo que nos pides Señor en una primera instancia nos supera. Nos vemos incapaces, nos parece imposible. Pero nos invitas a vivir lo que tú mismo vives. Se resume en amar lo imperfecto y lo roto.  Amar lo sano, no enfrentar la muerte, ni tocar lepras, es lo que nos gustaría. Pero nos envuelve la enfermedad, la muerte, la lepra, lo que divide, los demonios.  Gracias por enviarnos a la realidad, imperfecta, limitada, dolorosa. Pero...

¿Ves algo?

  "Le untó saliva en los ojos, le impuso las manos  y le preguntó: «Ves algo?»”    (Mc 8,22-26). Le piden a Jesús que toque a un ciego para curarlo. La ceguera se sana si se deja tocar por la belleza, el bien y la verdad. Sino, permanecerá en el aislamiento de sus razones, mediocridad y egoísmo. No hay más ciego que el que no quiere ver ni dejarse tocar. Estoy al borde del camino. Limpia mis ojos para verte, abre mis oídos a tu palabra; y si aun así mis pies se quedan quietos, empújame, Señor, quiero caminar contigo. Después de una insistente intervención de Jesús, tocando los ojos de aquel ciego, este se sintió curado y podía ver todo con claridad. Jesús toca y cura. Se acerca al ciego, lo cura. Se implica. Se compromete. No pasa de largo, camina con Él. No es fácil abrir los ojos, nos tenemos que dejar tocar por Él. Quiere que dejemos atrás la ceguera, dejemos pasar la luz, que 'veamos todo con claridad'. Tocar es cercanía, es respeto, es caricia, es bonda...