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Mostrando las entradas etiquetadas como Viernes XXV TO

El crucificado por Amor

  «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».   (Lc 9,18-22). Qué necesarias son las buenas preguntas para conocer bien a alguien. Jesús pregunta acerca de cómo le perciben sus discípulos. Porque no quiere que le admiren, sino que le sigan y le imiten. Es necesario preguntarnos también nosotros acerca de lo que vivimos, de lo que priorizamos, de qué dejamos en la vida de los que nos encontramos. ¿Se sienten amados? ¿Damos con generosidad? ¿Buscamos admirar, deslumbrar? O como Jesús queremos que sanen de sus dolencias. «¿Quién dice la gente que soy yo?» Conviene que esta pregunta nos la hagamos cada uno de nosotros y demos una respuesta sincera, no desde lo que hemos estudiado, sino desde el corazón. Si verdaderamente lo amamos y somos capaces de hacer realidad su presencia en medio del mundo. El encuentro con Jesús cambia la vida, pero no con el que podemos 'hacer nosotros a nuestra medida' sino con el Jesús auténtico, aquel que se presenta ante nosotros con una hist...

¿Quién para mí?

  "¿Quién decís que soy yo?"   (Lc 9,18-22)   Hoy es Jesús quien quiere saber qué se dice de él, y qué dicen de él quienes lo van acompañando. Sólo desde el encuentro con él podemos identificarlo sin someterlo a nuestros esquemas ni expectativas. Descubrir quién es Jesús para mi es la clave de toda vida. La respuesta genera una unión personal con Él, sabemos a quién seguimos, qué huellas buscamos y qué relación queremos mantener. No es posible responder una cosa y buscar otra, vivir otra. ¿Quién es el Mesías Jesús para mí? ¿Huyo de la cruz y el sufrimiento, o lo integro como camino necesario para llegar a la resurrección que me ha prometido el Señor?   Si soy amigo, déjame acompañarte.  Si soy el necesitado que pido a tus pies,  atiéndeme.  Si soy compañero de trabajo o estudios,  caminemos juntos.  Si soy Pan de Vida, aliméntate de mí. Juntos andemos, Señor.   Eres amigo que nunca falla.  No pretendo grandezas,...

Hoy, aquí, ahora: ¿Quién soy para ti?

  «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»   (Lc 9,18-22) Esta pregunta no te la haces tú, te la hace Jesús. Es desafiante; sólo tú la puedes responder. La identidad de Jesús sólo podemos conocerla desde el misterio de su pasión, muerte y resurrección. Decir quién es Jesús precisa de una experiencia de fe profunda, de encuentro auténtico, de búsqueda sincera. ¿Quién dices tú que es Jesús? ¡Qué difícil resulta –sin la gracia del cielo– reconocer que no nos salva el dinero, ni la política, ni el poder, ni los títulos, ni la fama...!, que nos salva Jesucristo, hecho Siervo, sufriente y humillado hasta la muerte, por amor, para la vida del mundo. Jesús es el “Mesías de Dios”, el que devuelve la esperanza al pueblo, a los pobres y marginados, a los que sufren y a los oprimidos. Jesús es el mensajero de la liberación que desde siempre Dios ha ofrecido a su pueblo. Hasta la superación del mal y la muerte, la resurrección. Mártires por amar, por defender al prójimo...