Entradas

Mostrando entradas de junio, 2023

Si quieres

Imagen
  «Señor, si quieres, puedes limpiarme».   (Mt 8,1-4). Vivir siempre mancha. Nos manchamos por el sufrimiento propio y de los demás. Nos ensucia la maldad, el miedo, la desconfianza, desde nuestros orígenes. Adán y Eva discutieron y se culpabilizaron. Caín mató a su hermano Abel. Toda la tierra se ve envuelta en conflictos e injusticias. Nuestra esperanza es que creemos en un Dios que al pedirle se acerca a la humanidad herida y nos socorre, nos limpia, nos sana, nos da vida eterna. Y nos envía a colaborar con él. "Si quieres, puedes limpiarme". Un Dios que respeta tu voluntad, tu libertad, tu proceso personal... pero necesita de tu permiso para transformar tu vida. ¿Le dejas? Jesús continúa pasando a nuestro lado y espera la misma petición: «Señor, si quieres…» porque desea la salvación de aquel que sufre en el cuerpo y la de aquel que tiene el alma enferma     "Señor, si quieres, puedes limpiarme… y lo tocó" Digámosle tú y yo también:   "Señor, s

Dos columnas

Imagen
«Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?»    (Mt16,13-19) Hoy celebramos en una sola fiesta a Pedro y Pablo, dos columnas de la Iglesia, maestros inseparables de la fe y de inspiración cristiana que por su autoridad son sinónimo de todo el colegio apostólico. Pedro y Pablo dos modos muy diversos de entender y vivir el seguimiento de Jesús. Por eso con esta fiesta se nos invita a no separar dos formas de vivir el evangelio y de construir la iglesia. Dos estilos, sí, pero también una misma pasión, y un mismo Cristo en el centro de sus corazones. Dos santos que pueden parecer contradictorios, pero se complementan: Pedro y Pablo. Pedro estuvo con Jesús; Pablo no. Pedro no es un superhombre: es hombre como nosotros, que dice “sí” a Jesús con generosidad en su imperfección. Pero también en él, es Dios quien nos hace fuertes con su gracia, nos une con su caridad y nos perdona con su misericordia. Así el Espíritu forma la Iglesia. San Pedro y San Pablo. Dos apóstoles distintos, dos hist

Los frutos

Imagen
  "Por sus frutos los conoceréis" .  (Mt 7,15-20) «Cuidado con los profetas falsos» Vivimos tiempos propicios para los agoreros que anuncia el mal, sobre todo cuando no entramos en el pensamiento único que se quiere imponer. La libertad del hijo de Dios nos lleva a la apertura de mente y a la cercanía solidaria con el hermano. El acierto o el error en nuestras vidas no dependen de nuestra propia percepción. El éxito o el fracaso no dependen del aplauso o de la crítica. Son los frutos que ofrece nuestra vida la única prueba digna de credibilidad. Cuando a Jesús le preguntan si es el Mesías, su respuesta a Juan es: "Id y decidle a Juan lo que estáis viendo, los cojos andan, los ciegos ven, y a los pobres se les anuncia el Reino de Dios”. "Por sus frutos los conoceréis". Para Dios no cuentan las palabras o las buenas intenciones... Lo que de verdad cuenta a los ojos misericordiosos de Dios son las obras, el compromiso efectivo de la fe. Todo lo demás pue