“Yo he venido al mundo como luz” (Jn 12,44-50) En medio de tanta oscuridad, ¡qué hermoso contemplar el rostro iluminado de Jesús! Es como abrirse a la luz de una mañana. Creer en ti es vivir en la Luz del Amor, en la certeza de que Tú alumbras nuestros pasos. Sal a la vida reflejando ese rostro en tus obras. Aunque en algunas ocasiones nos parezca que es de noche, no es de noche: es sólo la sombra. Del otro lado está la luz. Que Jesucristo entre como luz en el corazón y alumbre nuestro camino de esperanza Tú, Señor, eres luz para el mundo. Eres bondad, eres ternura. Llena de claridad sus zonas oscuras. Enciende mi mirada con la luz de tu amor. Hazme, Señor, luz en medio del mundo. Allí donde estemos, en las circunstancias que estemos, Jesús es luz en la oscuridad. Allí donde estemos, en las circunstancias que estemos, somos luz en la oscuridad. Pidamos cada día el don de...