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Mostrando las entradas etiquetadas como dinero

Estamos en buenas manos

"¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse,  podrá añadir una hora al tiempo de su vida?"    (Mt 6,24-34). La confianza en Dios no significa ausencia de dificultades, sino la certeza de que Él siempre nos sostiene. Jesús nos llama a vivir el presente con serenidad, sin angustiarnos por el mañana. Si vivimos según el Evangelio, con un corazón desprendido y generoso, Dios nos proveerá lo necesario. No se puede servir a dos señores, atender dos órdenes, construir dos reinos, realizar dos proyectos. La vida es tan importante que tenemos que elegir un señor a quién seguir. "No podéis servir a Dios y al dinero". Él está pendiente de nosotros, y nosotros de Él. Dejar ataduras para seguirle a Él. Servir a Dios y dejar atrás todo lo demás. El ser discípulos es una opción que lleva consigo vivir un proyecto de vida. "No os agobiéis por el mañana". El seguidor de Jesús experimenta la paz en el corazón, no se agobia ante los problemas o en las adversidades; en to...

Vivir con Él, en Él, por Él.

  “Una cosa te falta... ven y sígueme”   (Mc 10, 17-30) El que se acerca a Jesús busca la receta de la vida eterna. Quiere saber lo que tiene que hacer porque ha seguido las instrucciones de los Diez Mandamientos. Jesús le rompe el esquema. No tiene que hacer, sino deshacer. Dejar al dios dinero que lo atrapa, y seguirlo. Tres preguntas: ¿Qué tengo que hacer para alcanzar la vida eterna? ¿Dónde poner la confianza? ¿Quién puede salvarse? Una única respuesta: Vivir con Él, en Él, por Él. Una cosa es ser buena gente y otra cosa es ser cristiano. Aquel joven rico era buena persona, no había hecho daño a nadie. Pero Jesús le indica que aún le falta algo: que desprendido de todos sus bienes, le siga. No quedemos a mitad de camino. Sigamos las huellas del Maestro Sólo Dios puede salvarnos, sólo su amor hará posible el encuentro con Él, su misericordia borrará nuestros pecados, su abrazo se convertirá en felicidad eterna. La salvación no se consigue por el cumplimiento sino p...

En Buenas Manos

  “Nadie puede servir a dos señores” .  (Mt 6,24-34). El evangelio, no es solo una advertencia, sino un juicio sobre nuestra era. Nos llama a renunciar a los falsos ídolos, a buscar una paz que trascienda las preocupaciones terrenales y a reencontrarnos con una fe que hemos dejado languidecer. El culto al verdadero Dios excluye todo tipo de idolatría. La cultura occidental nos parece que ha degenerado en un ateísmo práctico. Sin embargo, esa no es la última etapa del proceso histórico. La última es la idolatría: el vacío de Dios lo llenamos con pequeños idolillos. Dios o el dinero. Son dos antítesis irreconciliables. Dos posturas ante la vida. Dos opciones de confianza. Poner los agobios en quien nos cuida porque somos valiosos o apostar porque nuestro valor tenga precio. Acoger el mañana como don o afrontarlo como conquista.     Cuando te olvidas de ti mismo y te agotas en el servicio a los últimos, ya no necesitas otros tesoros. Dios te acompaña, te habla, te p...