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Mostrando las entradas etiquetadas como Evangelio de San Juan

Al pie de la Cruz

    "Junto a la cruz de Jesús estaba su madre" (Jn 19,25-27). Ayer contemplábamos la cruz como señal inequívoca del amor de Dios a los hombres. Hoy la Iglesia contempla a María junto a la cruz de su Hijo. María al pie de la cruz nos muestra su fe inquebrantable en medio del dolor. Todo parece injusto, pero ha de tener su sentido. María ha sido fiel a Jesús hasta el final. Ha dicho sí cuando todo sonreía y ha dicho sí cuando todo era oscuridad. Su sí ha abierto en el mundo caminos de fecundidad y de esperanza. Cada vez que dices sí a Jesús, también en las dificultades, se ensancha el espacio de tu tienda y Dios te da nuevos hermanos y hermanas a tu cargo, para que los cuides. Cuando miro mi corazón veo tu luz, María.  Cuando miro mi corazón, me encuentro con muchos nombres.  Gracias por tanta fecundidad, Señor “Y a ti misma una espada te traspasará el alma” (Lc 2, 33-35)  María al pie de la cruz. María acompañándote en los dolores. María sufriendo las con...

La Cruz Gloriosa

    “Tanto amó Dios al mundo  que entregó a su Hijo único”   (Jn 3,13-17). Mirar el árbol de la Cruz. La Cruz gloriosa del Señor resucitado es el árbol de la salvación, de Él yo me nutro, en Él me deleito, en sus ramas yo me extiendo.  Adorar la Cruz. Descubrir en la Cruz al Señor.  Y pedirle que nos ayude a llevarla y experimentar así la salvación. Hoy celebramos la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz , por el amor inmenso con el que Dios, abrazándola para nuestra salvación, la transformó de medio de muerte en instrumento de vida, enseñándonos que nada puede separarnos de Él (Rm 8,35-39) y que su caridad es más grande que nuestro propio pecado  La Cruz no se puede ver en abstracto ni vacía. Su sentido lo tiene en quien fue crucificado en ella. Su finalidad solo se puede entender desde el amor más grande que da vida muriendo. La fe nos abre el entendimiento para acoger y vivir mirando el árbol de la Cruz. La exaltación del amor infinito de Dios, m...

¿A quién buscas?

  «Mujer, ¿por qué lloras?,  ¿a quién buscas?» (Jn 20,1-2.11-18).  Que Jesús nos pregunte a cada uno porqué lloramos, porqué reímos, qué nos hace vibrar, es la prueba clara que quiere ser AMIGO. Hay muchas personas que no nos preguntan nada. Informan, piden, nos cuentan. ¿A quién le importamos de verdad? Jesús sabe lo mal que lo ha pasado María Magdalena y por eso es a la primera a la que le muestra el poder resucitador del amor. Cambia su luto en danzas. Le regala la experiencia de un futuro acompañado. Ella pensaba, como nosotros pensamos que había perdido a su gran amor. Y de repente está junto a Él. "Buscaba al amor de mi alma, lo buscaba y no lo encontraba" ( Cantar 3, 1-4) Búsqueda amorosa. Te busco y no te encuentro, te busco y  te encuentro en la misma búsqueda, te busco entre los muertos y no te hallo, te busco en la vida y ahí estás, Señor de la vida, entregando tu ser, amor y salvación, en esta fiesta de la apóstol enamorada.  

¡ Soy el mellizo de Tomás !

  «¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».    (Jn 20,24-29). Felices los que miran el mundo desde la certeza del que se siente habitado. Es, como estamos por dentro, que proyectamos nuestra mirada sobre todo lo que ocurre. Si vivimos en la escasez todo lo vemos poco. Si vivimos en la gratitud, todo lo recibimos con asombro. Pasar de la exigencia al regalo. Pasar de la comparación al recibir al otro como una ayuda adecuada. Hoy celebramos a santo Tomás que su experiencia de cercanía con Jesús ilumine nuestro camino y nuestra intimidad con Él. Tomás no estaba con los demás Apóstoles cuando Jesús Resucitado se presentó en medio de ellos. Todos le decían: "Hemos visto al Señor". Pero él no les creyó. Buscaba pruebas y desoía el testimonio de los hermanos. El mismo testimonio que damos sus discípulos en nuestro tiempo. La fe es un don que Dios concede, y que por nuestra parte podemos aceptar o rechazar. Hay que cuidarla, y para ell...