"A Dios lo que es de Dios." (Mt 22,15-21). La pregunta comprometida a Jesús obtiene una respuesta contundente. Los impuestos son lícitos en sociedad donde vivimos. El reconocimiento de Dios es una realidad superior que no excluye la justicia social sino que la desarrolla desde la fraternidad Parece que estuviéramos empeñados en reconocer que a Dios no le debemos nada. Pero la verdad se abre camino. Algún día todos descubriremos que todo es de Dios: nuestra vida, nuestro tiempo, el presente, y el futuro, todo está en sus manos. Todo se lo debemos a Dios. “A Dios lo que es de Dios". A Dios...la vida que nos lo ha regalado, que es un don. A Dios... el amor, Él es amor. A Dios el cuidado del hermano, creados para ser constructores de un mundo más fraterno, un nuevo orden de relaciones entre nosotros. A Dios la alegría de sabernos queridos por Él, amados, cuidados y llevados de la mano eternamente. Dar a Dios lo que es de Dios. Darse totalmente por amor como ...