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Mostrando las entradas etiquetadas como tinieblas

De las tinieblas a la luz

  "Proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo."   (Mt 4,12-17.23-25) Después de estos días santos de la Navidad que concluirán el próximo domingo con la fiesta del bautismo del Señor, el Evangelio de hoy sitúa ya a Jesús en su tierra de Galilea. Con plena conciencia de su misión: curar, sanar, mejorar, la vida de todos los que tiene cerca. Esa también es la mejor manera de afrontar el inicio del curso. Que todo lo celebrado y vivido nos lleve a visibilizar el Reino, que es el abrazo definitivo que Dios le da a la humanidad. Y ahora que vuelve la vida cotidiana, que lo vivido, orado, celebrado y deseado en esta Navidad se vaya haciendo historia cada día. La historia de una búsqueda, la decisión de ponerle a Él en el centro, la aceptación de la lógica sorprendente de Dios. Hágase. Comienza anunciando 'el Evangelio del reino y curando a los enfermos' Gestos y palabras que transforman. La llegada de Jesús es como un...

Sé luz

  "Yo he venido al mundo como luz" .  (Jn12,44-50) ¿Has pensado en lo importante que es que tú seas luz para los demás? Brilla con la luz que Dios te ha regalado, pero sin cegar a los demás... Deja que también sean luz. Jesús resucitado consuela y llena de sentido la vida de cada día. Su presencia expulsa toda fuerza del mal, condena toda violencia, rechaza toda injusticia. La nueva vida de la Pascua que Jesús nos regala va creciendo en medio de dificultades. La Vida vence siempre a la muerte, la Luz desplaza a la oscuridad, el Amor es más fuerte que el odio. Pese al descrédito social generado por intereses escondidos, los discípulos de Jesús estamos llamados a vivir y celebrar el tesoro de la fe, por el cual, quienes creemos en el Resucitado no quedaremos en tinieblas: él ha venido como luz del mundo, una luz que no conoce ocaso. Una luz que Él nos da generosamente, que se entrega para que nosotros seamos, que nos llena de esperanza y confianza. Es una luz que deb...

Creo

  “Él fue, se lavó, y volvió con vista”.   Jn 1,1-41 El evangelio es una catequesis sobre Cristo, luz del mundo. El ciego, que podemos ser cada uno de nosotros, representa, el reencuentro con Cristo. Por eso tenemos que reconocer que zonas oscuras tememos que aún no ha llegado la luz de Cristo. Para que reconociéndolas dejemos que las invada la luz de Cristo y poder decir desde el fondo de nuestro corazón “creo, Señor”. Era ciego de nacimiento, siempre había vivido en la oscuridad, la luz no tenía sentido. Esto le había llevado a la marginación. Se encuentra con Jesús, toca sus ojos y todo se llena de luz, empieza a ver. Se da cuenta que no solo ha recuperado la vista sino la vida. "Entonces escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego." El barro que nos constituye, la fragilidad que rechazamos, cuando es tocada por Dios, se convierte en luz y claridad. No vemos porque no amamos. Nos da miedo amar el barro. Preferimos el oro, ...