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Mostrando las entradas etiquetadas como Miércoles XVIII TO

Insiste

  "También los perrillos se comen las migajas  que caen de la mesa de los amos"   (Mt 15, 21-28)         “Con amor eterno te amé”. Solo basta experimentar lo que dice el profeta Jeremías (31,1-7) en la primera lectura de hoy para levantar el ánimo cuando nos sentimos poco queridos o sin amor: todo pasará menos el amor de Dios por nosotros. Porque su amor por cada uno de nosotros no tiene fin. Ahora solo falta creerlo. La mujer extranjera le insiste para que Jesús cure a su hija. Jesús en principio es reacio. Ella insiste. Esta es la fe, insistir, perseverar, proponer, llamar, desear que sea Él quien nos encuentre y nos cure. La fe grande es la que no desespera e insiste. “Ten compasión de mi, Señor, Hijo de David”. Una oración que podemos hacer nuestra. Necesitamos de la compasión del Señor para afianzar nuestra fe. Así se hará su voluntad en nosotros. "También los perrillos se comen las migajas que caen de la mesa de los amos...

Lo puede todo

  "Mujer qué grande es tu fe"   (Mt 15, 21-28).   Jesús ha venido hasta nosotros para no reservarse nada de él,  sino para que “tengamos vida y vida en abundancia”.   El corazón de Jesús está lleno de compasión. Nuestro sufrimiento encuentra eco en sus entrañas. Se conmueve con nuestras miserias y pesares. Y responde activa y positivamente para aliviar,  liberar, sanar, fortalecer  y devolvernos la dignidad perdida.   A todos llega su misericordia.   La mujer cananea le grita a Jesús  que tenga compasión por su hija.  Jesús no responde. Él la rechaza por ser extranjera. Ella se acerca, se postra,  no expone razones sino necesidad. Su fe es el grito de la impotencia ante Dios,  que obtendrá el deseo de curación.   A Jesús le conmueve aquella mujer humilde  que le pide la salud para su hija. Acepta de buen grado las palabras de Jesús  y simplemente confía desde la humildad en ...