Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2017

El éxito no siempre es buen consejero.

Imagen
"Al Hijo del hombre lo van a entregar"  (Lc 9,44) La sabiduría antigua dice:  «la admiración humana es como el sol, se esconde detrás de la nube cuando queremos calentarnos con sus rayos» . Jesús se metió en situaciones que él sabía le iban a abocar a la cruz. Jesús sabe que la admiración de las multitudes es momentánea.  Los mismos que le aclaman testificarán contra él . Le sostenía la relación con el Padre.  De la experiencia de su amor sale la verdadera profecía.  Amó la vida y supo para qué vivía.  Se metió en los problemas del ser humano y del planeta. En el fondo los apóstoles también lo saben y prefieren no tocar el tema.  Mientras, los discípulos discutían para ver quién era el más importante. El cristiano debe tener claro que el éxito no siempre es buen consejero. - Señor, aleja de mí el temor. Me descalzo ante ti, mi Señor, porque el terreno que piso es santo.  Señor, dame la valentía de arriesgar la vida por ti, el go

Siempre a tu servicio

Imagen
“Veréis el cielo abierto”   (Jn 1,51)   Jesús hace a sus discípulos una promesa.  Con sus palabras y con el don de su nos ha revelado la gloria-amor del Padre a la humanidad.  Acércate a Jesús. Déjate mirar por Él.  Aprende a vivir como El, en el ámbito de Dios, que es el de la vida.   ¡Oh Dios mío!, aclara mi mirada para que se vuelva hacia Ti. Ahora que estoy sedienta, sáciame.  Ahora que soy débil, fortaléceme.  Dame tu Espíritu. Hoy celebramos la fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y  Rafael, Miguel lucha contra Satanás .  Nos enseña el celo por lo sagrado.  Gabriel anuncia el nacimiento de Jesús  y nos anima a testimoniar las maravillas de Dios en nosotros.  Rafael nos pide que seamos la mano providente de Dios en el mundo. - Señor, que como los arcángeles esté siempre a tu servicio. Con un corazón de niño, podemos dirigir a ellos nuestros oraciones: San Miguel Arcángel, que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos de

¿Quién es éste?

Imagen
"¿Quién es éste  de quien oigo semejantes cosas?"  (Lc 9,9) Jesús no pasa inadvertido. No busca la notoriedad, pero su estilo de vida llama la atención. Quieren escucharlo y verlo hasta sus propios enemigos. Le llegan a Herodes noticias sobre Jesús.  Muchos ven en sus enseñanzas la doctrina de Elías y Juan.  Jesús enriquece las palabras de los antiguos profetas y cada uno de nosotros estamos llamados a profetizar y hacer visible la Palabra.  - Señor, que sepa verte en los hermanos. Herodes está inquieto.  Quiere encasillar a Jesús para domesticarlo, pero no sabe cómo.   Herodes verá a Jesús el día del proceso.   De nuevo el mensaje es claro:  sólo verás a Jesús cuando decidas si estás con Él o contra Él.  Sírvete tú de la pregunta del tirano para acercarte a Jesús y contemplar su rostro de cerca.  ¿Quién es éste en cuya mirada se percibe un amor tan profundo, que toca mis raíces? ¿Quién es éste que produce miel en mi boca, melodía e

Iglesia misionera

Imagen
"No llevéis nada por el camino"  (Lc 9,3) No lleves nada, pero en la soledad del camino abre tu presencia a la presencia de Jesús.  No lleves nada, para que seas peregrino de novedad.  Lo más hermoso te viene dado.  No lleves nada, para buscar ligero de equipaje, por montes y riberas, a tu Amado.  No lleves nada, y sacúdete el polvo de los pies para que no se te quede dentro lo negativo. San Vicente de Paúl entendió perfectamente este pasaje. Conmovido por los niños que veía abandonados, busca quien le ayude a socorrerlos.  Va con lo puesto pero sus palabras convencen.  Acepta la hospitalidad y la ayuda, pero no permite que nadie humille a los que sirve con sus vestimentas o con su actitud.  Quiere que sus asociados se consideren siervos de los pobres. «Si dejáis la oración para atender a un pobre, acordaos que este servicio lo habéis prestado al mismo Dios» . (San Vicente de Paúl) - Señor, que sea sensible a las necesidades de los demás.

Somos familia

Imagen
"Los que escuchan la palabra de Dios"  (Lc 8, 21) Parece que los parientes de Jesús pedían un trato de favor.  La madre de los Zebedeos intenta lo mismo.  Una y otra vez Jesús es inflexible: la familia de Jesús está formada por los que leen el evangelio y se preguntan:  ¿Qué me pide hoy el Señor?  Hay quien lee y busca mil razones para ridiculizarlo.  María no se sintió ofendida.  Lo entendió perfectamente: llevaba años ejercitándose. Escuchar la palabra es hacernos más madres. Escuchar la palabra es hacernos más hermanos. Escuchar la palabra es hacernos más comunión y solidaridad. - Señor, que viva según el evangelio. El Espíritu te abre los oídos para que escuches la buena nueva de la salvación.  La palabra de Dios es tu primera fuente de vida, la que alimenta tu relación con Dios.  Recuerda a María, la virgen oyente, que acoge con fe la palabra de Dios.  Si consideras el Evangelio como lugar de encuentro con Jesús, irás de maravilla

Trabajar en su viña.

Imagen
"¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?" (Mt 20, 1-16) ¡Dichosos los que aceptan la lógica de Dios, la BONDAD! La parábola de los viñadores a distintas horas lanza una pregunta clave: ¿tienes algo que no hayas recibido? Entonces, ¿por qué exiges paga? Somos amados, no por nuestros méritos, sino por Su Misericordia. Lluvia y sol son para todos. La Vida es para todos. Cristo es para todos. No estamos solos ni abandonados. El Espíritu de Dios se ha hecho uno con nosotros y nos impulsa a vivir con entusiasmo. Somos Hijos amados. Dios nos busca, nos llama e invita a trabajar en su viña. NO ME OLVIDES, SEÑOR En el amanecer de cada día  pronunciar mi nombre, enviarme, como si fuera la primera  vez, a sembrar ilusiones en los senderos  espinosos a llevar esperanza, donde gime el  hombre perdido. NO  ME OLVIDES, SEÑOR Y, si no te escucho, manda el aliento de tu Santo  Espíritu para que, ajustándome con salario  divino -ser feliz

Rumia la Palabra

Imagen
"La semilla es la Palabra de Dios"   (Lc 8,11) Esparcir la semilla es un gesto de confianza y de esperanza ; es necesario el trabajo del hombre, pero luego se entra en una espera impotente, sabiendo que muchos factores serán determinantes para el buen resultado de la recogida y que el riesgo de un fracaso está siempre presente. Cuando cunde la sensación de fracaso conviene recordar esta parábola. La evangelización es generosidad y esperanza. - Señor, aumenta mi fe. Dios habla. Tiene ganas de decirse. Busca corazones abiertos donde depositar su semilla. Haz silencio para escuchar. Rumia la Palabra para que te cale por dentro. Mira a Jesús que te comunica la vida. Guarda lo que te dice Jesús en el corazón, como María. Me descalzo para escuchar. Te escucho para llenarme de ti. Te miro con amor. Te llevo siempre conmigo. Gracias, Jesús, por todo.

Que sea apóstol

Imagen
"Jesús iba caminando de ciudad en ciudad  y de pueblo en pueblo,  predicando  la Buena Noticia del Reino de Dios"   (Lc 8,1)  Jesús camina de pueblo en pueblo.  Es un peregrino que visita con alegría todos los lugares.  Jesús va siempre al encuentro.  No espera.  Se adelanta y se ofrece.  Tiene prisa por sembrar el gozo en los surcos del mundo.  Vive tu fe con alegría.  La tristeza quita las fuerzas, esconde el rostro de Dios a los ojos de las gentes.  Haz lo que puedas por disminuir la tristeza de los demás.  Dame, Señor, tu Espíritu de fortaleza. Haz que mi vida se misionera de alegría.  Que a todos les anuncie lo inmensidad de tu amor. - Señor que sea apóstol. Las mujeres también están muy cerca de Jesús.  Quizá a nosotros no nos llame la atención.  Pero era algo extraordinario en aquella época.  Jesús no discrimina a la mujer, no discrimina a nadie.  Los cristianos tendríamos que luchar contra toda discriminación, s

Jesús se interesó por él.

Imagen
“He venido a llamar a los pecadores”  (Mt 9,13) Mateo era un pecador, un excluido, pero con el deseo vivo de la salvación.  Jesús le rompió todos los esquemas .  Se interesó por él .  Jesús lo llama y le cambia la esclavitud del dinero por la libertad del seguimiento.  Le abre las puertas de la comunidad, porque el amor rompe las fronteras entre buenos y malos.  Mira cómo actúa Jesús: el misterio del pecado lo ve siempre a la luz del misterio del amor. Restáurame, Señor Jesús, en el amor.  Que tu perdón y tu bondad dejen en mí la paz. El Señor, pasando junto a nosotros nos ha dicho:  Sígueme.  Y nosotros, convocados por Él, estamos en su presencia para dejarnos, no sólo instruir, sino transformar por su Palabra poderosa, que nos perdona, nos santifica y nos va configurando día a día, hasta que lleguemos a ser hombres perfectos, y alcancemos nuestra plenitud en Cristo Jesús. Y Él nos sienta a su mesa, a nosotros, pecadores amados por Él; amados

Reconocer la sabiduría de Dios

Imagen
"Los discípulos de la sabiduría  le han dado la razón"   (Lc 7, 35) Es difícil librarse de la influencia del «qué dirán».  La opinión de los otros influye. Nos gusta ser valorados y nos duele la crítica. Vivir más preocupados del exterior que de nuestro interior nos lleva a andar como veletas al vaivén de la opinión de la gente. Cuesta tener un criterio personal y ser coherente con nuestras creencias. - Señor, que viva mi vida cristiana sin miedo. La parábola de los niños que estaban en la plaza pone de manifiesto la falsa lectura de los signos de Dios, que muchas veces hacen los que rodean a Jesús.  Sólo los que han sabido reconocer la sabiduría de Dios presente en las palabras y los hechos de Juan y Jesús, a pesar de sus diferencias, han sabido acoger a Jesús viendo en él al Mesías de Dios. Dame un corazón sencillo, Señor, para que pueda ir por la vida reconociendo las pequeñas señales de tu presencia.    Señor, te doy gracias por todas

Consuelo para los que sufren

Imagen
" Al verla el Señor,  le dio lástima y le dijo:  No llores"  (Lc 7,13) El evangelio de hoy pone de manifiesto que Jesús iba por la vida «viendo» y «sintiendo».  Muchos lloraban la muerte del joven.  Jesús entra en acción y devuelve a la mujer lo único que tenía:  al hijo .  Jesús se compadece de una mujer que llora la muerte de su hijo.  Lo hace con inmensa ternura.  La palabra de Jesús es compasiva, comunica siempre la vida.  Jesús entrega la vida a la mujer que llora.   Hay un paralelismo claro con la escena del Calvario.   Jesús no quiere dejar sola a su madre viuda.   De nuevo la humanidad de Jesús se hace patente y el sentir se traduce en actos.  Ante nuestro sufrimiento Dios no pasa de largo, se acerca y quiere curarnos con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza, pero ¡cuántas veces nos encuentra cerrados!  ¡Pasamos del médico que puede curarnos, que quiere curarnos! Vete al encuentro al encuentro de la gente que sufre. 

Aumenta mi fe

Imagen
" Os digo que ni en Israel  he encontrado tanta fe"   (Lc 7,5) Un centurión romano, cosa rara, se había hecho querer por el pueblo ocupado.  Sabía respetar la fe del pueblo judío.  Pero lo que maravilla a Jesús es su fe.  ¡Qué fe tan bella y tan confiada!  Todo un estímulo para ayudar a otros a creer.  Fíjate en la gente que te rodea.  Quizás hay creyentes de otras religiones.  Respétalos, ámalos, dales tu ayuda. Mi fe en ti, Jesús, me lleva a amar a todos.  Cuando ayudo a los demás se fortalece mi fe  Yo creo en Ti, Señor, y te doy gracias de corazón, pero aumenta mi fe, porque a veces me envuelven las dudas. Señor, haz que mi fe sea plena, que sepa abrirte mis pensamientos y sentimientos y acciones, mi pasado, mi presente y mi futuro, sin reservas. Señor, haz que mi fe sea coherente, que acepte las renuncias y los deberes que comporta y sepa hacerla vida en cada momento de mi vida. Señor, haz que mi fe sea fuerte, que m

Perdonar

Imagen
“Os doy el mandato nuevo; que os améis unos a otros,  como yo os he amado” “Cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles de los procesos de construcción de la paz” (Palabras del Papa Francisco en Colombia).      La única condición puesta para que permanezcamos en el amor que es Dios, es amar a los hermanos como Dios nos ama, como Dios los ama. Dios Padre Bueno y Misericordioso, te damos gracias por el don de la comunidad y porque Tú nos ofreces cada día hermanos con los que compartir nuestra fe, para que crezca, se fortalezca, y madure junto a fe de otros muchos hermanos nuestros. Te damos Gracias, Dios Padre nuestro, porque Tú eres el centro de nuestras comunidades y porque Tú nos hablas al corazón a través de los gestos, acciones y palabras de nuestros hermanos de comunidad. Gracias, Padre Bueno, porque podemos escucharte y encontrarte en nuestras oraciones comunitarias y en la

Dar frutos

Imagen
“Cada árbol se conoce por sus frutos”  (Lc 6,44) Cada día nos acercamos al Evangelio, escuchamos la voz del Señor, rezamos...  Pero con esto no basta.  El que escucha la palabra de Jesús y nos las pone en práctica se parece a uno que edifico su caso sobre tierra. Las obras son las que mejor hablan de lo que cada uno lleva en el corazón.  Las obras son las que mejor hablan de Dios.  Ofrece gratuitamente a todos los frutos que Dios hace nacer en tu tierra.  Si riegas mi vida con tu amor, mi vida florecerá. Si pongo tus frutos en una mesa común, en una eucaristía, sé que se alegrará tu corazón. ¿Qué será de la palabra sin los gestos que la encarnan, y la enhuesan, y la ensangran, y al mostrarla viva en un espacio tiempo, la confirman, verifican y consagran? ¿Qué será de mi cantar si no atestigua lo que lucha por gestarse en mi sustancia? Algo injusto, que promete y no realiza. Algo absurdo, o infantil, o hasta canalla, ¡Dios de gestos (de Belén

Fidelidad y entereza de María al pie de la cruz.

Imagen
"Ahí tienes a tu madre"  (Jn 19,27) María ha sido fiel a Jesús hasta el final. María estaba al pie de la cruz, junto a su hijo. María se mantuvo a distancia cuando Jesús “triunfaba”, cuando querían hacerle rey, cuando lo aclamaban... Pero ahora, en la cruz, María está cerca, muy cerca. Ha dicho sí cuando todo sonría y ha dicho sí cuando todo era oscuridad. Su sí ha abierto en el mundo caminos de fecundidad y de esperanza. Cada vez que dices sí a Jesús, también en las dificultades, se ensancha el espacio de tu tienda y Dios te da nuevos hermanos y hermanas a tu cargo, para que los cuides. “Mujer, ahí tienes a tu hijo... Hijo, ahí tienes a tu madre”. Jesús está preocupado por sus discípulos y cuando ya les ha dado todo, les da a su madre, para que los cuide, para que aliente su fe. María acogió la nueva misión y en su corazón resonaron aquellas palabras primeras: “hágase en mí según tu palabra” María junto a la Cruz. La Madre sosteniendo al

En la cruz está la vida y el consuelo

Imagen
"Tanto amó Dios al mundo  que entregó a su Hijo único"   (Jn 3,16) En la cruz renace siempre nuestra esperanza.  Es una esperanza diferente de las del mundo, porque nace del amor de Jesús. Los padres sirios llamaban a la cruz  «escalera» , recordando la escala de Jacob por la que subían y bajaban ángeles.  La cruz nos recuerda la humildad que nos lleva a Dios.  La vida cristiana va más allá de las palabras y los pensamientos grandilocuentes.  Jesús nos quiere enraizados en la tierra en actitud de servicio y oración. - «Señor, no soy autosuficiente, te necesito, Tú eres mi vida y mi salvación». Dios es puro amor.  Es una fuente de vida, un manantial inagotable.  Jesús, en la cruz, es la fonte que mana y corre.  La cruz de Jesús es la máxima expresión de amor.  Ponte ante Jesús crucificado y mira detenidamente el amor.  Pon tu corazón junto a la cruz de Jesús y bebe abundantemente de su amor. Abro mis manos para acoger tu amor. 

Dichosos

Imagen
“Dichosos los pobres,  porque vuestro es el Reino de Dios”  (Lc 6,20) A Dios se le va el corazón hacia los pobres.  Se estremece por dentro cuando ve la debilidad.  La pobreza compra los ojos de Dios.  Si te encuentras con un pobre no mires hacia otro lado.  Comparte con él lo que tienes, acoge el tesoro que él te ofrece.  La dicha de mi pobreza es tu riqueza.  La dicha de mi nada eres Tú.  Mis ojos se alegran cuando veo que me miras. Quiero ir siempre contigo, Señor.  Dame tu mano y sostén mi debilidad.    Señor, danos luz y fuerza para renunciar a lo que nos separa de ti, de los hermanos, de la felicidad más grande No permitas que acaparemos bienes, porque provocaremos muchas injusticias! No permitas que vivamos para consumir, porque siempre tendremos más hambre! No permitas que hagamos llorar a los demás, porque hemos nacido para consolar! No permitas que seamos duros y violentos, porque llevaremos la guerra dentro y nos destruiremos! No

Cristo nuestro modelo, nuestra fuerza y nuestra vida,

Imagen
“Venían a oírlo a que los curara de sus enfermedades... y gente trataba de tocarlo,  porque salía de él una fuerza  que los curaba a todos”   (Lc 6, 18-19).    Jesús ora toda la noche, y desde la fuerza de su oración llama a los discípulos, hace apóstoles y cura a todos los que se acercan a Él. Jesús te invita a orar.  A acercarte a Él, a escucharle y tu fe le arrancará esa fuerza sanadora.   Señor, tú llamas a todos a tu mesa, nos acercamos...  ¿Tenemos suficiente fe para que tu fuerza nos cure?    Jesús: Tú eres siempre una sorpresa, eres el amigo que se encuentra sin esperarlo Y yo te he encontrado. No esperaba conocerte tan de cerca. Pero llegaste, como a la Samaritana, y me has dicho: "Dame de beber". Como a Zaqueo, elevaste los ojos hasta el árbol en que estaba, y me dijiste: "Baja, que quiero hospedarme en tu casa". Sabes que te necesito, y llegas sin que te llame. Permíteme acompañarte en el camino. Tú me conoces y s

Cuidar la vida

Imagen
“Levántate y ponte ahí en medio” (Lc 6,8) Para Jesús la persona siempre ocupa el puesto principal.  Ninguna circunstancia, enfermedad, condición, raza, religión, pueden anular este proyecto de Dios.  Mira a los más pequeños, a los que menos cuentan, a los que están más orillados.  Levántalos con tu respeto, con tu valoración profunda. Tú, Señor, me sacas del anonimato.  Me pones junto a ti.  A tus ojos siempre valgo. Señor, sabemos que la envidia perjudica a todos, al que es envidiado y al que envidia; pero, a veces nos cuesta mucho evitarla. Envidiamos un puesto de trabajo, un coche, una casa, un buen marido o una buena mujer, el carisma, el físico, la inteligencia, la fama... Nos parece que si no poseemos lo que envidiamos no podemos triunfar ni ser felices del todo. Haznos comprender los peligros de la envidia. "De la envidia nacen el odio y la calumnia, la alegría causada por el mal del prójimo y la tristeza causada por su prosperi