Ir al contenido principal

Perdonar


“Os doy el mandato nuevo;
que os améis unos a otros, 
como yo os he amado”

“Cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles de los procesos de construcción de la paz”
(Palabras del Papa Francisco en Colombia).    

La única condición puesta para que permanezcamos en el amor que es Dios, es amar a los hermanos como Dios nos ama, como Dios los ama.

Dios Padre Bueno y Misericordioso,
te damos gracias por el don de la comunidad
y porque Tú nos ofreces cada día
hermanos con los que compartir nuestra fe,
para que crezca, se fortalezca, y madure
junto a fe de otros muchos hermanos nuestros.
Te damos Gracias, Dios Padre nuestro,
porque Tú eres el centro de nuestras comunidades
y porque Tú nos hablas al corazón a través de los gestos,
acciones y palabras de nuestros hermanos de comunidad.
Gracias, Padre Bueno, porque podemos escucharte
y encontrarte en nuestras oraciones comunitarias
y en la vida diaria de nuestra Parroquia.
Te damos Gracias, Dios Padre nuestro,
por el don de la fraternidad que Tú nos regalas
y porque la Misericordia que Tú nos entregas cada día
nos enseña y nos ayuda a perdonar a nuestros hermanos.
Tú, que eres Padre Bueno y nos amas a todos,
concédenos cada día la capacidad de diálogo
y el don de tener siempre una palabra acertada y oportuna
para cada uno de nuestros hermanos con los que convivimos.
Dios Padre nuestro, ten Misericordia de nosotros,
y ayúdanos a acoger siempre con cariño a cada hermano,
con generosidad y sin caer en la tentación de juzgarlos,
para que tu Amor pueda llegar al corazón de cada persona. 
Amén

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...