«A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas» (Lc 2, 41-51) Hoy celebramos, el Corazón Inmaculado de María. De María aprendemos a saber vivir la fe desde el corazón, a gustar a Dios desde la intimidad, a disfrutar de su presencia en la nuestra. A poner toda la confianza en Dios y esperarlo todo de Él. Un corazón roto por el sufrimiento de aquel a quien ama. Un corazón que solo tienes 'ojos' para el fruto de sus entrañas, unos 'ojos' que le hacen ver a Dios. María guarda en el corazón todo lo que va a sucediendo para amar más. Aprendamos de María que guardaba todas las cosas en su corazón. A través de su sí se abrió paso la revelación del amor de Dios para la humanidad. Su silencio, su presencia humilde, su disposición para ponerse en marcha hacia donde necesitan ayuda. Su fidelidad junto a la Cruz... Oh Dios, tú que has preparado en el Corazón de la Virgen María una digna morad...